Bernardo Provenzano, conocido como Tío Bernardo o El Tractor, debido a su fuerza y determinación para disparar y matar, nació en Corleone, Sicilia el 31 de enero de 1933, fue el máximo dirigente de la Cosa Nostra siciliana hasta su detención en 2006.
Su vida en la mafia empezó en 1950, cuando junto a Salvatore Riina y Calogero Bagarella, se le dio el cargo de Lugarteniente de Luciano Liggio, el jefe de la mafia corleonese.
El primer encargo de mafioso que tuvo fue matar a Francesco Streva, este logró escapar, sin embargo días después fue ultimado. Lo que llevo a Provenzano a esconderse por un tiempo.
El tiempo paso y después de muchas guerras entre las diferentes mafias, en 1980 Riina y Provenzano tomaron control de La Cosa Nostra al vencer a la banda de Palermo. Bagarella fue asesinado durante los altercados.
El clan de los Corleoneses dominó Sicilia y Riina se convirtió en el máximo representante, mientras que Provenzano pasó a un supuesto segundo plano.
Los más conocedores de lo que ocurría tras bambalinas en La Cosa Nostra, cuentan que la verdad ha sido otra: El Tractor era el que manejó alrededor de 50 años, las misiones del reciclaje de dinero negro, control de las contratas y de las relaciones con los políticos, «con Roma», como se dice en «las coscas», los clanes.
Sus relaciones con Riina han sido, según sus biógrafos, de amor-odio y cuando fue detenido el 15 de enero de 1993, dijo que sabía que El Tío Bernardo era de su pueblo, pero que nunca le había conocido.
Entre los mafiosos más conocidos que colaboraron con la justicia, están Totó Cancemi y Gioacchino Pennino quienes señalaron a Provenzano como el del control político y a Riina como “el jefe militar”.
Fue arrestado en 2006 después de 43 años escondido de la justicia. Durante más de cuatro décadas esquivó todo intento de captura, llegando a cambiar de refugio más de 40 veces, según reconstrucciones periodísticas. A pesar de la cacería, logró criar dos hijos, cultos y políglotas, tenía contacto regularmente con su esposa, estuvo dos veces en Marsella en una clínica, para operarse de la próstata y dirigió los negocios de la mafia más tradicional y folclórica de Italia durante más de medio siglo.
Durante su carrera sumo un total 127 homicidios entre periodistas, carabineros, políticos y jefes de clanes rivales, entre muchos otros. Llevados a cabo entre los setenta y los primeros años noventa.
Provenzano murió el 13 de julio de 2016 por complicaciones con el cáncer de próstata, en Milán, Italia bajo arresto domiciliario.
Por Fernando Zerpa | Culturizando
Con información de: 20minutos.es / panorama.com.ve / elconfidencial.com | Foto: Wikimedia
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