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Hagnódice, la primera ginecóloga de la historia

Hagnódice, la primera ginecóloga de la historia

A pesar de que en la antigüedad la mayoría de los oficios estaban reservados para los hombres, hay evidencia de que ya en tiempos arcaicos diferentes mujeres lograron hacerse de un renombre particular, al destacar por encima de sus pares masculinos en oficios de gran complejidad. La griega Hagnódice es una de esas mujeres, conoce aquí su historia.

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El papel de la mujer en la Atenas de la Antigüedad

Hagnódice nació en el siglo IV a. C., en el seno de una familia ateniense perteneciente a la clase alta. En aquel entonces la sociedad de Atenas le conservaba un lugar tradicional a las mujeres, como amas del hogar.

El oficio de partera era una excepción notable, pero luego de la muerte de Hipócrates (el padre de la medicina antigua), los dirigentes políticos de la ciudad decidieron que las mujeres no debían asistir partos tampoco. Esto debido a que se descubrió que algunas parteras practicaban abortos en secreto.

El nacimiento de una vocación

Al observar todo lo que sufrían las mujeres en los partos atendidos por médicos hombres, Hagnódice decidió que su deber era ayudar a enmendar esta situación. Así, con el apoyo de su padre, la ateniense se hizo pasar por hombre y partió a Alejandría, para estudiar medicina.

Recreación de cómo debía ser la biblioteca de la academia de Alejandría, según la evidencia arqueológica con la que se contaba en el siglo XIX – Autor: O. von Corven – Imagen: Wikipedia.-

Ya en Egipto, vestida como hombre y con el cabello corto, Hagnódice se volvió discípula del célebre médico Herófilo. Eventualmente esta diligente aprendiz fue ganando experiencia y conocimiento. Al finalizar sus estudios, Hagnódice se obtuvo un título que valía por los actuales en ginecología y obstetricia.

Ejercicio de la medicina

Mientras ejercía su profesión, Hagnódice tuvo que esconderse detrás de su identidad masculina para no tener problemas con la ley. No obstante, en algunas ocasiones le revelaba su identidad a algunas pacientes, para despertarles un mayor grado de confianza y empatía.

El rumor de la verdadera identidad de Hagnódice se corrió entre las pacientes de la ciudad, lo que provocó que fueran cada vez más el número de las enfermas que solicitaban ser tratadas por el médico que había aprendido su oficio en el extranjero.

Aunque ninguno de sus colegas sabía su secreto, todos empezaron a tenerle envidia a Hagnódice. Por lo que, sin tener ninguna razón real, la acusaron de haber seducido e incluso violado a algunas de sus pacientes.

Acusada de violación y juicio

La presión del gremio fue tal que Hagnódice fue llevada ante un tribunal, el juicio se llevó a cabo en la Acrópolis ateniense. No queriendo ser injustamente inculpada, Hagnódico decidió desnudarse ante los presentes y confesar que era mujer.

Su revelación hizo que la acusación de violación fuese descartada. Pero automáticamente se le acusó de un delito más grave. A Hagnódice le esperaba la pena de muerte por haber ejercido la medicina fingiendo ser hombre. Las cosas, afortunadamente, no llegaron hasta ese punto trágico.

Resolución del juicio

Antes de que la sentencia fuese aprobada, muchas de las pacientes de Hagnódice y otras mujeres se manifestaron en contra de la pena de muerte.

Las mujeres emplearon como principal argumento de defensa que la acusada era un ciudadano ejemplar, que había ayudado a muchas embarazadas a traer sus hijos al mundo en partos sin dolor.

En medio del juicio y tras una breve discusión, Hagnódice se salvó de la condena y fue liberada.

También se logró cambiar la ley ateniense para que las mujeres pudieran aprender y ejercer la medicina.

Con información de: BBC / Wikipedia / Imagen de portada:

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