El humorista gráfico e historietista argentino Joaquín Salvador Lavado Tejón —conocido bajo el seudónimo de Quino— falleció el día de hoy tras haber sufrido un accidente cerebro vascular hace pocos días.
Su editor, Daniel Divinsky, declaró a la prensa argentina que a pesar de que los médicos habían logrado estabilizarlo, su condición se complicó mucho y no pudo soportarlo.
Desde el año 2014 Quino presentaba delicados problemas de salud: se movía en silla de ruedas, padecía problemas de visión por un glaucoma diagnosticado un decenio atrás que lo obligó a dejar de dibujar y, tras la muerte de su esposa en el año 2017, todo empeoró aún más para él.
Sin embargo, y a pesar de que para ese entonces estaba ya totalmente ciego, el humorista gráfico nunca dejó de acudir a los diversos homenajes que le hacían a su obra pues, a pesar de que dejo de dibujar la tira cómica Mafalda en 1973, el alcance que tuvo con ella fue tan impresionante que jamás dejó de estar vigente.
Su óptica —probablemente producto de las vicisitudes de Argentina en los últimos cuarenta años—, junto a su mezcla de pesimismo y humanismo fueron los ingredientes principales para su rotundo éxito mundial.
Y es que las historias de la pequeña Mafalda, quien nos mostraba el mundo de los adultos visto desde los ojos de una pequeña niña y sus amigos, se han traducido a quince idiomas y se han publicado en diarios y revistas de todo el mundo.
Es por ello que, más allá de esta lamentable noticia, podemos afirmar sin ninguna duda que Quino será inmortal en la memoria colectiva de Latinoamérica y gran parte del mundo.
Con información de ABC / La Vanguardia / Imagen: Wikimedia
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