Cosas Muy Importantes | Todas las religiones mantienen el mismo carácter y objetivo de guiar a las personas. Cada una con sus distinciones y creencias, siempre practican un tipo de fe, en el que se distingue claramente entre el bien y el mal. Pero según las diversas creencias que existen, ¿puede el mal tomar el control de algunas personas, lugares e incluso objetos? ¿Cómo manejan las diferentes religiones los casos de “posesión demoníaca”? ¿Cómo distinguen lo espiritual de lo mental? ¿Cualquiera puede expulsar un demonio? En este nuevo episodio de Cosas Muy Importantes te contamos sobre los mitos y realidades en torno a la antigua práctica del exorcismo.
El origen de la palabra exorcismo deriva del latín exorcismus, y significa estar sujeto a un juramento, u obligar mediante juramento. Sin embargo,la RAE señala que exorcismo, significa literalmente: «Conjuro contra el demonio».
El exorcismo, puede entender como aquella práctica religiosa que se realiza para combatir a una fuerza maligna, cuando esta se apodera de algo o alguien y se refiere a «poner al espíritu o demonio bajo juramento» o invocar una autoridad más alta para obligar a la entidad a actuar de manera contraria a sus deseos. Por lo que la finalidad del exorcismo, es expulsar, a dicho ente de una persona, animal, objeto o incluso área o lugar que se encuentra poseída por una entidad maligna.
Para el fraile experto en exorcismos, padre Cipriano de Meo, se habla de una posesión cuando el demonio se instala en el cerebro, puesto que la cabeza controla todo el cuerpo y en este caso, se habla de posesión total porque gobierna a toda la persona. Por el contrario, cuando el dominio obra en otra parte del cuerpo, por ejemplo, en el estómago, se habla de una posesión parcial.
Origen
Esta es una de las principales creencias en muchas de las religiones del mundo. Presentes en la sociedad desde posiblemente, los inicios de la humanidad.
El exorcismo es tan antiguo que, en muchos pasajes de las Biblias cristianas, existen narraciones que hablan de Jesús, expulsando a los espíritus malignos a través de la oración y de su autoridad. Por ende, se entiende que el judaísmo creía y entendía su propio significado de “exorcismo” y que lo practicaba siglos antes de Jesucristo. Por ello establecer una fecha oportuna seria mera especulación y aquí no se viene a tirar flecha.
Esta práctica era común en las sociedades antiguas y parece que tiene su origen en la magia. En la antigua Babilonia (hoy Irak), los sacerdotes rompían una imagen de arcilla o de cera que simbolizaba al diablo, con el fin de destruir al demonio real. Los griegos y los egipcios realizaban ritos similares.
Religiones que lo practican
Todas las religiones mantienen el mismo carácter de guiar a las personas. Cada una con sus distinciones y creencias, siempre practican un tipo de fe, en el que existe el bien y el mal. Y desarrollan actitudes antagonistas, en las que o se obra bien o se obra mal, donde para la primera hay un premio y para la segunda un castigo.
De allí que se puede decir que al menos la mayoría de las religiones que existen o existieron a lo largo de los años, tenían sus propias interpretaciones del mal y posiblemente creían que, en ciertas ocasiones, o lugares o etapas de la vida, el mal se apoderaba de la gente o de algo en particular, lo que generaba que se constituyeran una serie de practicas que permitieran acabar con esto.
En la actualidad en el hinduismo, budismo, islamismo, sintoísmo, y muchas religiones más tienen sus propios tipos de exorcismo. Pero la religión que mayor relevancia le da a este tema es la Cristiana Católica. Pues tal como se dijo, el propio Vaticano cuenta con una formación especial para abordar una posesión demoniaca y posiblemente tenga mucho material histórico al respecto.
Para el catolicismo, el ritual de exorcismo consiste en la repetición continua de oraciones y órdenes de expulsión, a la vez que se usan objetos que pueden repeler al espíritu inmundo, como crucifijos, agua bendita o reliquias, se dice que Jesús otorgó esta misma autoridad para liberar a demonios a sus discípulos, y con la constitución de la iglesia católica, los primeros cristianos usaban objetos personales de los apóstoles a manera de reliquias para usar cuando se debían expulsar demonios, pues no contaban con fórmulas precisas para exorcizar, aunque sí con ciertas actitudes para expulsar demonios.
El primer libro con fórmulas de exorcismo surgió a fines del año 500, comenzando así con la literatura exorcista, que tuvo mucho auge en el Medioevo, hasta nuestros días. Siendo el Catecismo de la Iglesia Católica, el texto que mejor define estas prácticas.
Rituales curiosos
Para el catolicismo, los principales criterios para el correcto discernimiento de posesión diabólica, es habiendo sido descartada una anomalía psíquica, la aversión hacia Dios, la Virgen, los Santos, la cruz y las imágenes sagradas. O también:
- Hablar lenguas desconocidas que el sujeto de ninguna manera ha podido aprender por su cuenta.
- Hacer presentes cosas distantes o escondidas.
- Demostrar más fuerzas de lo normal.
Para la práctica del exorcismo es necesaria:
- Primero ser sacerdote de la Iglesia católica.
- La autorización del obispo de la diócesis correspondiente previa recomendación de un tribunal eclesiástico competente en esta materia.
Los sacerdotes de la Iglesia católica para la realización del exorcismo lo hacen bajo lo estipulado en el Ritual romano, que data de 1614, y es un libro que contiene todos los ritos de la Iglesia católica, pero algunos religiosos exorcistas desaconsejan el nuevo ritual aprobado por el sumo pontífice en enero de 1999, aduciendo que el antiguo ritual tiene siglos de comprobada eficacia.
Así mismo, la Iglesia católica y otras comunidades cristianas en su postura oficial prohíbe expresamente hacer actos de ouija, espiritismo, adivinación, hechicería, pues en algunos casos puede atraer al maligno y poseer a algunos de los participantes. Y señala que hay seis causas principales por las que se producen las posesiones demoníacas.
- Primera: Participación en ritos satánicos.
- Segunda: Consagración de un niño al demonio por parte de sus padres.
- Tercera: Un pacto con Satanás para rendirle culto a cambio de bienes materiales.
- Cuarta: Maleficios.
- Quinta: Prácticas de llamamiento de espíritus.
- Sexta: Blasfemia continuada.
Pero según la religión, los ritos varían desde simples invitaciones a retirarse hasta ceremonias elaboradas, algunas de las cuales incluyen bailes y trance donde se le pide a los dioses que ayuden a expulsar al ente ofensivo. Dichas ceremonias incluyen la oración, la producción de malos olores, quemar incienso, pronunciar vituperios y el uso de sustancias sagradas como hierbas, agua bendita o sal.
El cristianismo asocia el exorcismo con la posesión demoníaca y es considerado como una batalla por el alma de la víctima. Sólo los católicos romanos ofrecen un rito formal de exorcismo. Antes de que el rito pueda llevarse a cabo, deben manifestarse ciertos síntomas como la levitación, la manifestación de una fuerza sobrehumana, la clarividencia, el perjuro de palabras o frases religiosas o «hablar en lenguas». El rito se caracteriza por la violencia: la víctima sufre dolores, contorsiones extraordinarias, desagradables ruidos corporales, diarrea, escupitajos, vómitos y pronuncia malas palabras. La temperatura del cuarto puede variar alternadamente de fría a caliente y los objetos pueden volar a su alrededor.
Algunos protestantes también realizan exorcismos. Los pentecostalcs y otros carismáticos practican el «ministerio de la entrega», en el cual las personas dotadas arrojan demonios y curan mediante la imposición de las manos.
En el judaísmo, la literatura rabínica del siglo I se refiere a rituales de exorcismo. Quizás el rito más conocido concierne al dybbuk, un espíritu maligno o alma errante que toma posesión del alma de la víctima y le causa enfermedades mentales y un cambio de la personalidad. El dybbuk es expulsado a través del dedo meñique del pie de la víctima y puede ser redimido o bien enviado al infierno.
En el hinduismo, budismo, islamismo, shintoísmo y muchas otras religiones, se culpa constantemente a los espíritus y fantasmas por toda suerte de males y se les arroja fuera de lugares y personas. Las técnicas usuales de exorcismo hindú, por ejemplo, incluyen soplar humo de estiércol de vaca, apretar una piedra de sal entre los dedos, quemar estiércol de cerdos, golpear a la víctima o jalarle del cabello, usar monedas de cobre como ofrenda, recitar oraciones o mantras y ofrecer regalos de dulces u otros presentes. En algunas tradiciones shamánicas se cree que los demonios o espíritus causan enfermedades y desgracias robándose las almas. El shamán entra entonces en un trance extático para buscar y recuperar el alma y expulsar al demonio.
Poltergeist
Cuando se trata de la posesión de lugares, se refiere al Poltergeist, un fenómeno paranormal que engloba cualquier hecho perceptible, de naturaleza violenta y diferente a las leyes físicas, producido por una entidad o energía imperceptible.
El término suele utilizarse coloquialmente para definir todos los acontecimientos violentos que suceden en un lugar supuestamente endemoniado o encantado, que no se ajustan a la normalidad física. Entre los fenómenos poltergeist, se incluyen, por lo general, ruidos inexplicables, movimientos de objetos inanimados, materialización, desaparición de comestibles, olores extraños y ataques físicos.
La entidad imperceptible que genera estos hechos, según la parapsicología, suele ser un fantasma o entidad asociado a una persona muerta. También puede ser causado por telequinesis inconsciente derivada de estrés o tensión emocional. Estos fenómenos llevan reportándose desde principios de la humanidad, en la mayoría de las culturas y países, y es ahora, con la era tecnológica, cuando son registrados en imagen, vídeo o audio.
Aunque, algunos atribuyen estos hechos a fenómenos físicos probados como la electricidad estática, los campos electromagnéticos, el aire ionizado, los infrasonidos o los ultrasonidos. O podrían derivarse de simples alucinaciones causadas por envenenamiento por monóxido de carbono.
Exorcistas famosos
Existen dos sacerdotes católicos que son ampliamente conocidos por ser expertos en esta materia, en el que incluso han escrito textos referentes al tema y son llamados a dictar conferencias sobre los mismo.
Por un lado, esta Gabriele Amorth, quien murió hace poco en el año 2016. Fue un sacerdote italiano que ejerció como exorcista en la diócesis de Roma y se hizo popular por sus libros, conferencias e intervenciones radiofónicas y televisivas sobre la materia. Quien afirmo que en marzo de 2010, había realizado cerca de 70.000 exorcismos, que iban que iban desde unos minutos a varias horas de duración.
Así mismo, según El padre Amorth el interés y práctica de diversas corrientes ocultistas de los líderes nazis, pudieron haber hecho que estos fueran poseídos. Y afirma que existe la posibilidad de que Adolf Hitler y Josef Stalin fueran influenciados por algún demonio para afectar a millones de personas por el mal.
Por otro lado, está el padre José Antonio Fortea, aún vivo, es un sacerdote y teólogo español especializado en demonología y temas referentes a ángeles, demonios, posesión diabólica y exorcismo. El padre Fortea ha viajado por el mundo participando de cumbres, seminarios y eventos sobre este tema, llegando a venir incluso a Venezuela.
Este se ha dedicado ha exponer los conocimientos sobre el exorcismo, destacando su obra la “Summa dæmoniaca”, un tratado de demonología y un manual de exorcistas, que analiza el mundo de los demonios, el estado de condenación, la relación de los espíritus caídos entre ellos mismos, con los ángeles, con los humanos y con Dios.
También se centra en todo lo relativo a los fenómenos demoníacos: cómo discernir si alguien está poseído, cómo realizar el exorcismo, los fenómenos poltergeist en las casas, así como otros fenómenos más extraños e inusuales. La obra acaba con un análisis del mal en sí mismo considerado.
Un género en el que el sacerdote José Antonio Fortea ha sido más prolífico ha sido el de la novela, escribiendo una serie de ellas acerca del Apocalipsis. Su Decalogía o Saga del Apocalipsis es un ciclo de diez novelas sobre el fin del mundo, explicado una y otra vez desde distintos puntos de vista.
También esta el Padre Cipriano de Meo quien es exorcista desde el año 1952. Este fraile capuchino se dedicado a explicar algunas pistas que permiten reconocer a una persona poseída por el demonio y un método para distinguir una enfermedad de una posesión demoniaca, afirmando que “los casos de posesión afortunadamente no son muchos o tan numerosos. Sin embargo, existen en una cantidad que con frecuencia es desconocida”.
Actualidad
La expulsión de espíritus malignos, fantasmas, demonios u otras identidades no físicas y los ritos de exorcismo existen en todo el mundo y su uso es común en aquellas sociedades donde se cree que los espíritus interfieren frecuentemente en los asuntos terrenales ocasionando enfermedad, mala suerte o desastres. Los exorcismos son realizados por individuos apropiadamente entrenados, generalmente un dignatario religioso o un adepto del ocultismo o la magia.
Sin embargo, puede decirse que este tema esta en auge en pleno siglo XXI. Películas y libros, así como cualquier otro tipo de documentación que hable sobre este tema, ha tenido bastante auge en los últimos años, sea de casos reales o pura ficción, pero es un inmerso en la sociedad de alguna manera.
Tanto, que el propio Vaticano, desarrollo en el año 2005 el primer seminario de exorcismo, en el participaron aproximadamente 250 sacerdotes, procedentes de más de 50 países. A partir de entonces, el curso de «Exorcismo y Oración de Liberación», ha duplicado la cifra anual de asistentes, aparentemente por el crecimiento de la demanda mundial de este tipo de práctica.
¿Está mal apoderándose del mundo? Pues según un estudio, solo en Italia, se estima que medio millón de personas buscan sesiones de exorcismo cada año. ¿La profesión del siglo? Parece que sí, y es que en algunas diócesis del mundo han desarrollado sus propios cursos para abarcar la demanda por conocer este tema.
Pero a la vez que se aumenta el auge de esto, parece que incrementa la tendencia por conocer temas esotéricos. Por ejemplo, el tarot es otro de los temas que ha tenido mucha tendencia en los últimos años. Quizás una explicación sensata para esto es que la sociedad solo se está volviendo más incrédula.
Por otro lado, en 1999, la Iglesia católica realizó la primera gran actualización de las reglas sobre el exorcismo desde su constitución en 1614. El cual se incluye en el curso que ofrece el Vaticano, donde también se evalúan elementos de teología, psicología y antropología. Donde también se abarcan asuntos como la brujería en África, cómo diferenciar entre posesión demoníaca y enfermedad mental, así como una guía paso a paso para expulsar demonios.
También se enseñan a los sacerdotes a emplear las nuevas tecnologías como, por ejemplo, cuando no se puede acudir en persona a realizar el exorcismo, llaman por celular al padre para que lea las oraciones correspondientes en latín para ayudar a expulsar los demonios.
Aparte de los sacerdotes, al seminario anual también pueden acudir laicos de ambos sexos, quienes reciben un certificado y pueden convertirse en «exorcistas auxiliares». Esto les permite estar presentes en el rito, rezar y dar apoyo moral a quien ejecuta esta práctica. Sin embargo, eso no les autoriza a expulsar a los demonios, pues eso está reservado a los clérigos.
Casos emblemáticos
Los casos reales de exorcismos fueron fuente de inspiración en Hollywood, como son el caso de:
Annaliese Michel, quien inspiro El exorcismo de Emily Rose, una película basada en uno de los más controversiales y famosos casos de exorcismo. Annaliese Michel, de 16 años y con antecedentes de epilepsia y problemas mentales fue a parar a un centro psiquiátrico. En 1973, la joven comenzó a desarrollar tendencias suicidas, escuchar voces, despreciaba objetos religiosos y bebía su propia orina. Los padres de Annaliese decían que su hija estaba poseída, pero la iglesia no permitió un exorcismo. Aún así, en secreto, dos sacerdotes le hicieron diversos exorcismos sobre su cuerpo. Su tratamiento de epilepsia y trastorno mental dejó de ser tratado. Pero Annaliese falleció en 1974, con sólo 23 años, víctima del agotamiento.
Clara Germana Cele, también una adolescente de 16 años, cristiana y de la misión San Miguel en Sudáfrica en un extraño ritual hizo un pacto con Satanás en 1906. A partir de ese momento hablaba y entendía lenguas que para ella eran desconocidas, rechazaba los objetos religiosos y además tenía conocimiento de los pensamientos e historias de la gente que se encontraba a su alrededor. Clara fue sometida un exorcismo durante el cual intentó estrangular a uno de los sacerdotes que intentaban ayudarla. Más de 160 personas fueron testigos de cómo el cuerpo de Clara levitaba sobre el suelo. Dos días después del comienzo del exorcismo, los espíritus fueron expulsados del cuerpo de Clara.
La icónica película El Exorcista, es un clásico del cine basado en la historia de Roland Doe un niño que quiso contactar con su tía fallecida a finales de 1940 a través del popular juego de la Ouija. Según revelaron algunos testigos, él decía que escuchaba voces que otros no eran capaces de oír y objetos como la biblia y cruces levitaban a su alrededor. El pánico se apoderó de todos cuando algunos mensajes aparecían sobre la piel del menor escritas por unas garras invisibles, que además de las escrituras le dejaban heridas profundas. El exorcismo se produjo bajo la aprobación de la iglesia, y el sacerdote tuvo que aplicar unas 30 sesiones que terminaron de forma agónica, pero satisfactoria. El filme protagonizado por Linda Blair (Regan MacNeil, la niña poseída) en 1973 es considerado uno de los mejores en su género y fue merecedor de dos premios Oscar.
David Berkowitz también conocido como El Hijo de Sam o The 44 Killer fue un asesino en serie. Se caracterizaba por dejar notas provocativas en el escenario del crimen. Llegó a matar a seis personas y a herir a otras siete. Ese verano de 1976 se le conoció como “El Verano de Sam”. Cuando Berkowitz fue identificado y enjuiciado, confesó los crímenes alegando que fue por culpa de un demonio que lo había poseído. Fue condenado a seis cadenas perpetuas, aunque su condena fue modificada en 1990 al haber pruebas que enlazaban a “Sam” con una secta satánica.
Arne Cheyenne Johnson se hizo famoso por ser el primer enjuiciado como “demonio asesino”. Sus representantes legales intentaron demostrar que el acusado no era culpable de los crímenes cometidos, pues estaba poseído. Johnson acabó con la vida de su casero en Conneticut, en 1981. Durante el juicio los famosos parapsicólogos Ed y Lorraine Warren determinaron la posesión demoníaca como veraz.
Julia era el seudónimo de una paciente del psiquiatra Richard E. Gallagher en 2008. Gallagher como profesor universitario documentó que el caso de Julia era «único», pues con frecuencia los especialistas respaldan que las posesiones son fraudes o severos trastornos mentales. Gallagher describió que “Julia” levitaba sobre la mesa, hablaba lenguas desconocidas y tenía el don de la clarividencia. Aún no se sabe que ocurrió con “Julia”.
Anna Ecklund era una chica de apenas 14 años que empezó a mostrar señales de estar poseída por un demonio. No sólo mostraba rechazo a objetos religiosos, sino también practicaba obscenidades sexuales y hablaba lenguas extrañas. Aunque en 1912 le practicaron un exorcismo, los demonios se alojaron otra vez en el cuerpo de la adolescente. Para entonces, la decisión fue otra, la trasladaron a un convento apartado donde le hicieron más exorcismos que casi acaban con su vida, pero el resultado fue alentador. Luego trascendió que el padre y la tía de la jovencita practicaban brujería, por lo que se cree eran quienes provocaban el mal.
El caso de Marta es uno de los más famosos y controversiales, por pertenecer a una secta demoníaca y haber sido víctima de una serie de maldiciones por parte de una compañera de esa misma agrupación que canalizaba su ira en la chica. El caso de Marta ocurrió entre 2002 y 2008 y fue dirigido por Fortea, considerado una autoridad mundial y una gran personalidad en España. Tras años de lucha, Fortea consiguió liberar a Marta de su mal.
Si quieres conocer más sobre los exorcismos en la historia, no te pierdas el episodio 50 de Cosas Muy Importantes y recuerda suscribirte a su patreon para que puedas acceder a contenido extra exclusivo.
Imagen portada: Shutterstock
--
--