Las dietas ricas en proteína parecen reducir el riesgo de accidente cerebrovascular (ACV) de una persona, sobre todo si es proteína animal magra, como el pescado, sugiere un análisis reciente.
Las personas con las mayores cantidades de proteína animal en sus dietas tenían un 20 por ciento menos de probabilidades de sufrir un ACV, en comparación con las que comían poca a ninguna proteína, señaló el autor del estudio Xinfeng Liu, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nanjing en Nanjing, China.
Por cada 20 gramos adicionales por día de proteína que las personas comían, su riesgo de ACV se reducía en un 26 por ciento, hallaron los investigadores.
«Si la ingesta de todas las personas estuviera a ese nivel, esto se traduciría en más de 1.4 millones de muertes menos por ACV cada año en todo el mundo, además de una reducción en el nivel de discapacidad por el ACV», señaló Liu en un comunicado de prensa de la Academia Americana de Neurología (American Academy of Neurology).
Los investigadores concluyeron que la proteína animal ofrece más del doble del beneficio protector contra el accidente cerebrovascular que la proteína de fuentes vegetales.
Pero unos expertos en ACV advirtieron que los hallazgos del estudio no deben tomarse con demasiada literalidad. Muchas fuentes animales de proteína también contienen unos niveles altos de grasas saturadas que pueden aumentar el riesgo de ACV.
«No creo que este estudio signifique que el público deba salir corriendo a comer hamburguesas y carne roja», planteó el Dr. Ralph Sacco, catedrático de neurología de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami. «Enfocarse en el consumo de proteína magra y/o incluso proteína vegetal es importante».
Liu anotó que dos de los siete estudios se llevaron a cabo en Japón, y el tercero se hizo en Suecia, donde la gente tiende a comer más pescado que carne roja. El pescado ya se había vinculado con una reducción en el riesgo de ACV, mientras que se ha mostrado que el consumo de carne roja aumenta las probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular.
Los médicos no están seguros de exactamente por qué la proteína reduce el riesgo de ACV. El nutriente parece ayudar a proteger del endurecimiento de las arterias, la hipertensión y la diabetes, que son factores de riesgo del ACV, señaló Sacco.
La nueva revisión observó investigaciones anteriores sobre la relación entre la proteína en la dieta y el riesgo de ACV. El análisis incluyó siete estudios con más de 250,000 participantes.
Los resultados, que aparecen en la edición en línea del 11 de junio de la revista Neurology, tomaron en cuenta otros factores que podrían afectar el riesgo de ACV, como fumar y el colesterol alto, señalaron los autores del estudio.
Los investigadores hallaron en su análisis que la proteína animal reducía el riesgo de ACV en un 29 por ciento, mientras que la proteína vegetal reducía el riesgo en alrededor del 12 por ciento. Pero el estudio solo halló una asociación entre la ingesta de proteína y el riesgo de ACV, porque no fue diseñado para probar causalidad.
La calidad de la proteína podría ayudar a explicar esta diferencia, apuntó la Dra. Linda Van Horn, profesora de medicina preventiva de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad de Northwestern y ex presidenta del Comité de Nutrición de la Academia Americana del Corazón (American Heart Association).
Las proteínas animales se consideran «completas» porque contienen todos los aminoácidos que los humanos necesitan, mientras que la mayoría de fuentes vegetales de proteína son incompletas, explicó. Con frecuencia, los vegetarianos deben incluir una amplia variedad de fuentes vegetales de proteína en su dieta para ingerir todos los aminoácidos necesarios.
«Se podría decir que consumir proteína animal simplemente significa que se come una dieta de mejor calidad porque están presentes todos los aminoácidos», planteó Van Horn.
Pero las proteínas vegetales también tienen unas cantidades más bajas de grasa saturada. El Dr. Arturo Tamayo, profesor asistente de neurología de la Universidad de Manitoba en Winnipeg, Canadá, dijo que las personas no se beneficiarán si solo prestan atención a la ingesta de proteína sin tomar en cuenta otros factores de riesgo de la dieta para el ACV.
«Si confiamos exclusivamente en la proteína, estamos cometiendo un error», aseguró Tamayo, quien escribió un editorial que acompañó al nuevo análisis. «Se trata de una enfermedad compleja que amerita el control de múltiples factores de riesgo y cambios en el estilo de vida».
Se ha mostrado que la grasa saturada, la sal y el azúcar aumentan el riesgo de ACV de una persona, advirtió. Las personas que fuman o beben también están en mayor riesgo.
Fuente: HealthDay, traducido por Hispanicare
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