Latinoamérica es una tierra fascinante llena de historias que cautivan, historias de luchas, conquistas e independencia. También destacan las historias fantásticas populares, que han viajado de boca en boca y de generación en generación, por sus habitantes formando parte esencial de la idiosincracia de cada pueblo. A continuación te traemos una primera entrega con algunos de los mitos y leyendas más asombrosos y aterradores de Latinoamérica.
Argentina: El Pitayovai
Llamado también Talonyovai, son genios malignos que tienen el aspecto pequeños indios y habitan en las selvas del Alto Paraná, en el litoral argentino, también en el Chaco paraguayo y se dice que son antropófagos.
Tienen los pies sin dedos y los talones para adelante (su nombre en guaraní significa: talón frente a frente), de esa manera desconcierta a todo aquél que intenta huir de él. Poseen como arma hachas de doble filo, y subiendo en los árboles, esperan a que alguien pase para tirarse encima y matarlo. Ahorcan, muerden, destrozan y devoran a la gente que atrapan.
Paraguay: Luisón
Luisón es el séptimo hijo de Tau y Keraná; considerado señor de la muerte, debido al gusto que tiene por rondar cementerios y alimentarse de la carne de los cadáveres. Es uno de los mitos más terroríficos del folklore guaraní.
Se dice que los martes y viernes, Luisón pierde la forma humana y se convierte en un perro de apariencia lúgubre, con grandes colmillos y que emana un olor muy desagradable.
Recupera sus formas humanas al aclararse el nuevo día, donde es hombre nuevamente, pero de apariencia triste; está sucio y cansado.
Se dice que el séptimo hijo de cada mujer sera Luison.
Chile: La Lola
El mito cuenta la historia de una hermosa mujer llamada Dolores, que vivía en el norte de Chile; y que era deseada por la mayoría de los hombres, quienes la llamaban «Lola». Ella tenía un padre que vivía para cuidar a su hija y distanciarla de sus enamorados, a la espera de que llegara el hombre indicado para ella. Sin embargo un día conoció a un joven y pobre minero del que se enamoró perdidamente; como sabía que su padre no lo aceptaría, decidió irse de su casa y escaparse con aquel hombre para casarse con él.
Al poco tiempo, se unieron a un grupo de mineros que caminaba tras la búsqueda de una veta del apreciado oro o plata, y es así como el matrimonio encuentra la riqueza y comienza la faena. Todo parecía que iba a ser pura felicidad en sus vidas, pero el hombre que ella quería realmente no la amaba, y ya no era un esposo dedicado a ella; debido a que el minero, con la riqueza que obtenía, solo se dedicaba a conquistar otras mujeres.
Al poco tiempo lo vio besándose con otra mujer. Enfurecida por el engaño y los celos, esperó al minero en su hogar, y lo mató con un puñal. Después huyó a los cerros dando gritos y alaridos arrepentida de lo que había hecho. Al tiempo, regresó al poblado donde vivía, víctima de la locura, solo reía y murmuraba que los habían asaltado y que asesinaron a su marido.
Enloquecida, posteriormente fue en búsqueda del cadáver que estaba en un ataúd negro, y huyó a los cerros con él, tratando de encontrar al criminal de su esposo (que realmente no era nadie más que ella). Es así como comenzó a vagar por las altas cimas de la cordillera y por los faldeos; hambrienta, descalza, desgreñada; Siempre con el deseo de venganza contra el criminal de su amado esposo, hasta el fín de sus días. Pero como obviamente nunca encontraría a ese criminal, luego de morir en los cerros, su alma no pudo encontrar descanso, y desde entonces su espíritu vengativo recorre los cerros y las minas; y sus correrías la hacen ser conocedora de los sitios donde se encuentra el preciado metal.
Desde aquel día se afirma que en algunas noches los hombres que andan en los cerros norteños escuchan una voz que los llama por su nombre, y una vez que llegan al lugar de donde viene el sonido ven a una mujer pálida y extraordinariamente bella que viste de blanco y que anda arrastrando un ataúd oscuro. Desde aquel momento, el hombre que la sigue está prácticamente perdido, ya que la Lola lo asesinará.
Los mineros igualmente dicen que «La Lola» transita por las galerías abandonadas, acompañada del ataúd negro de su esposo. Muchas de las muertes repentinas ocurridas en estas galerías se le atribuyen al susto causado por ver a la Lola parecer repentinamente.
Brasil: La Mula Sin Cabeza
Este personaje folclórico es una mula sin cabeza y el fuego que sale de su cuello. Según la leyenda, la mula sin cabeza a menudo camina en bosques y campos, asustando a la gente y animales.
Hay varias explicaciones para el origen de esta leyenda, que varían de región a región. En algunos lugares, dicen que la mula sin cabeza se plantea cuando una mujer se casa con un sacerdote y como castigo por el pecado cometido, se convierte en este ser monstruoso.
En otras regiones, por ejemplo que si una mujer pierde su virginidad antes del matrimonio, puede convertirse en una mula sin cabeza.
La más antigua y compleja versión de la leyenda dice que un reino indeterminado, la reina a iba a menudo en secreto al cementerio por la noche. El rey, en una noche determinada, decidió seguirla para ver qué estaba pasando. Al llegar al cementerio, vio a su mujer comiendo el cadáver de un niño, sobresaltado dejó escapar un grito terrible y la reina, viendo que su marido había descubierto su secreto, se convirtió en una mula sin cabeza y se alejó al galope hacia el bosque y nunca regresó a la corte.
¿Conoces otras leyendas latinoamericanas?… compártelas con nosotros y espera pronto una próxima entrega.
@elchevequebb
Escalofriantes Mitos y Leyendas de Latinoamérica (Parte I)
Escalofriantes Mitos y Leyendas de Latinoamérica (Parte II)
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