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En el Carro: Imperial de 1964, una isla sobre 4 ruedas

En el Carro: Imperial de 1964, una isla sobre 4 ruedas

En el brochure que estaba junto al manual de usuario de este automóvil, se podía leer: “Su isla privada, que minuto a minuto conduce, elimina toda tensión muscular y de la mente, una experiencia que disfrutará al salir de su trabajo, siempre que sea suya.” Así describía la publicidad de la época a este vehículo, como una isla muy bien pensada, bien construida y tan bien equipada que hasta el Avispón Verde tuvo uno similar. Estas líneas cuentan la historia del Imperial de 1964.

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¿Marca Imperial o modelo Imperial?

Esta es una confusión que existe incluso entre algunas personas versadas en el tema automotriz, lo cierto es que hay carros marca Imperial y carros marca Chrysler modelo Imperial porque la Chrysler Corporation usó el nombre de ambas formas.

El primer uso del nombre Imperial en Chrysler se da en 1926 y se usó como el nombre de un modelo de automóvil de Chrysler, el Chrysler Imperial que fue el automóvil más lujo de la marca Chrysler y así se mantuvo durante la década de los 30 y 40, figurando no sólo como uno de los automóviles más prestigiosos en EEUU, sino también en otros países.

No es sino hasta la década de los 50, que la Chrysler Corporation, arropada con las ínfulas de “todopoderoso” y exitoso, que además arropó a buena parte de la sociedad estadounidense, después de su victoria en la Segunda Guerra Mundial (1941-1945), acompañada con una bonanza económica en ésa década, motivó a Chrysler a ir más allá y crear una marca dedicada a ser exclusivamente de lujo, una marca de “super lujo” que no diera oportunidad a Lincoln o Packard y que rivalizara verdaderamente con Cadillac, que figuraba como una de las más lujosas y prestigiosas marcas del mundo.

Es por eso que en 1955 se decide crear la División Imperial de la Chrysler Corporation, entonces es a partir de 1955 que el nombre Imperial se convierte en una marca de la Corporación Chrysler, que ahora se compone de las marcas Dodge, Plymouth, DeSoto, Chrysler y ahora Imperial, formando como una especie de “escalera” en la que un cliente de la Corporación Chrysler iría “ascendiendo” a medida que compraba la gama de carros de esa escalera, con el más económico Dodge al inicio e Imperial en la cima.

La exclusividad de Imperial llegó al punto de que hasta tuvo su propia fábrica, en donde todo lo que ahí se hacía, era para carros Imperial y no se intercambiaban piezas con otras marcas de Chrysler. Su mejor momento es en 1957, cuando los automóviles de Imperial, logran establecer el record de ventas de la marca, 37.593 unidades vendidas, gracias a las toneladas de equipamiento de lujo y accesorios y unos automóviles con líneas hermosas, creadas por Virgil Exner, la mente brillante de diseño de la Chrysler Corporation y que se basaban en el concepto del “Forward Look”, en el que las líneas trazadas en la carrocería, hacían que el automóvil diese la impresión de que estaba en movimiento, aun cuando estaba detenido.

Pero después de 1957 vino el declive, los automóviles se quedaron rezagados en el tiempo en términos de diseño, y las ventas bajaron tanto, que ocasionaron que para 1961 Imperial perdiera la exclusividad de su propia fábrica. Hacía falta un cambio y rápido.

1964

1964 es el año de cambio más notorio en Imperial, el diseño y el diseñador, 1964 es el año en que aparece el 1er Imperial con un diseño obra de Elwood Engel, quien entraba en Chrysler en 1961, luego de haber trabajado en la Ford Motor Company, es de hecho el creador del Lincoln Continental que debutaría en 1961.

El Imperial de 1964 es primero que nada, el único automóvil estadounidense en ser rediseñado ése año y llega con unas líneas absolutamente limpias, rectas, sin aletas traseras ni las semi-aletas delanteras que vimos a inicios de los 60, pero es una fusión, porque se fusionan las líneas rectas de Engel en la parte baja del carro, con la parte superior (techo y diseño de ventanas) en la que estaba el ultimo refrescamiento del trabajo de Virgil Exner (el concepto de Forward Look). Destaca en su diseño un frontal dividido en 2, el parachoques trasero, en el que se integra, las luces trasera y una simulación de 5ta rueda, que le daba una apariencia más elegante.

Imperial ofrecía sólo 2 modelos, el Imperial LeBaron, un lujoso sedan de 4 puertas, y el Imperial Crown, un modelo más versátil, que se ofrecía en versiones Coupe, Sedan, Convertible 2 puertas y la limosina, que era más lujoso, eso si, que el Imperial LeBaron.

El interior es diseñado con un concepto de sencillez, un tablero más pequeño, bien equipado, eso si, pero más sencillo, con un acabado similar a una caída de agua, en un estilo muy adaptado a los días en los que el automóvil se presentaba. Además había alfombrado que en colores combinaba con la tapicería de cuero, que además recibía un tratamiento especial previo a la salida de la planta con esperma de ballena, que se hacía para darle más suavidad al cuero y darle mayor tiempo de vida.

Además el Imperial ofrecía apoya brazos en cuero, molduras e incrustaciones de madera de nogal (madera real, no de simulación), vidrios eléctricos, seguros eléctricos, asientos eléctricos con 4 posiciones para el Convertible y Coupe y 6 posiciones para las versiones Le Baron, Crown Sedan y Crown Limosina. Pero además había una larga lista de accesorios, en los que figuraban aire acondicionado con salida en el tablero y posterior, calefacción, desempañante de vidrios, “piloto automático” (que lo que hacía era mantener la misma velocidad de desplazamiento), seguros eléctricos centralizados, retrovisores interiores ajustables para el día o la noche, entre otras.

Bajo el capó había un motor V8 de 6.7lts y 340 Hp, un motor Chrysler, pero ensamblado por Imperial con mayores estándares de calidad, y al motor le acompañaba una caja automática de 3 velocidades. Además, en la lista de comodidades que destacaban en el automóvil, están los frenos asistidos y la dirección asistidas que mejoraban muchísimo la conducción de este automóvil.

La isla

Imperial vendía éste automóvil como una isla porque ellos planteaban que los niveles de comodidad en el interior del vehículo, hacían sentir a quienes iban a bordo con un nivel de insonoridad y aislamiento de lo que pasaba fuera del carro, que ninguna marca ofrecía y para ello Imperial no escatimó en recursos para lograr éste fin, Imperial usó micrófonos ultra sensibles, sistemas de análisis de audio, grabadores, osciloscopios y hasta un nuevo dispositivo electrónico que medía la conducción sonido a través del metal, todo eso para lograr 2 cosas: 1) Silencio absoluto en el interior del vehículo y 2) Que las vibraciones que generaba la superficie por donde el Imperial rodaba se disiparan por el chasis para que no se sintieran en el interior del carro, así la energía del impacto que llegaba al carro al caer en un hueco o pasar por un “policía acostado”, se regaba por todo el chasis y prácticamente ni se sentía en el interior.   

Los niveles de rigurosidad de Imperial en la calidad de la fabricación de sus automóviles era tan alto, que aun cuando ya Imperial no tenía fabrica propia como antes, Imperial tenía 106 técnicos a lo largo de la línea de ensamblaje monitoreando cada uno de los procesos de ensamblaje de cada uno de los automóviles, cosa que muy pocas marcas y fabricas automotrices tenían en aquella época.

Éxito rotundo

El Imperial de 1964 fue un gran éxito, 23.000 unidades fabricadas y vendidas, un fantástico número que si, es bajo en comparación con las 37.597 unidades vendidas en 1957, pero era el mejor numero logrado, tomando en consideración de que luego de 1957 las ventas oscilaban las 10 o 12.0000 unidades vendidas y 23.000 era sin duda mucho mejor.

Si bien las líneas del Imperial de 1964 eran muy similares a las del Lincoln Continental, ya que ambos carros fueron diseñados por la misma persona, el éxito del nuevo imperial era contundente y demostraba que la División Imperial podía salvarse, siempre que la propuesta fuera vanguardista y que en términos de diseño, los Imperial estuvieran siempre en consonancia con los tiempos en los que existía.

¿Qué pasó después?

Imperial mantuvo las mismas formas y líneas, con ligeros cambios en 1965 y 1966, de hecho el año del Imperial del Avispón Verde, pero ni eso logró impedir que Imperial siguiera en declive, de hecho, en 1967 Imperial perdió la exclusividad en cuanto a piezas y partes, ya para ése año, los automóviles Imperial compartían piezas, partes y hasta plataformas de automóviles de la marca Chrysler, de esta forma Imperial seguía existiendo como marca, pero con el tiempo se convertirían en un automóvil marca Chrysler muy bien maquillado para venderlo como Imperial.

Pero ese declive de Imperial no se debía solamente al tema del diseño sino al hecho de que la gente de Mercadeo de Imperial y de la Corporación Chrysler hizo un pésimo trabajo, por ejemplo, jamás existió ni un solo concesionario de la marca Imperial, los Imperial se vendían en concesionarios de la marca Chrysler o que vendían las marcas Dodge, Plymouth, DeSoto o Chrysler, pero sin el más mínimo esfuerzo de crear identidad de la marca, por esa razón es que mucha gente, incluso gente versada en la materia automotríz, habla de los automóviles de esta era de la marca Imperial como “Chrysler Imperial”, confundiendo la identidad de marca con identidad de un modelo der automóvil, es como decir General Motors Cadillac o Ford Lincoln.

Este fue un automóvil hermoso, un testimonio de una época (y en este caso, en sus últimos momentos de esta época), en la que los automóviles estadounidenses de lujo eran incluso más lujosos que muchos automóviles europeos. El Imperial de 1964 no sólo tenía líneas y equipamiento que se adaptaba a los nuevos tiempos, sino que además la imagen del automóvil transmitía ese mensaje con plena seguridad.

Un miembro de la prensa especializada escribió del Imperial de 1964 lo siguiente: “Mientras más lo conduces, más impresiona cómo se diferencia de otros automóviles de su tipo y de repente te das cuenta de que ésto es lo que siempre debió ser un automóvil de lujo, pero que por alguna razón no lo fue sino hasta ahora”.

Perdón, pero hoy no se leen este tipo de reseñas de automóviles, el escritor será muy bueno, pero el emisor principal del mensaje es el automóvil.

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