Por Daniel Colombo / Desde tiempos inmemoriales se ha asociado al número tres con atributos casi mágicos a nivel mental y cerebral. Si bien no hay estudios científicos que lo confirmen categóricamente, existen evidencias prácticas de que, efectivamente, a las personas nos llama mucho más la atención las tríadas, e incluso los números impares, que los pares.
Justo esto reveló un estudio publicado por la revista científica “Cognitive Psychology” (Psicología cognitiva, 2004) en el que los participantes de un experimento fueron más propensos a recordar conjuntos de tres objetos en comparación con conjuntos de dos o cuatro objetos.
Al cerebro le gusta el orden, y activa 3 funciones específicas
Desde las neurociencias lo que sí se sabe es que el cerebro tiende a procesar mejor la información cuando está ordenada y es secuencial. Esto se debe a varias funciones cerebrales específicas que se activan cuando se procesa información estructurada, en vez de desordenada y caótica, lo que implica un mayor esfuerzo.
Para generar estas secuencias de activación neuronal, hay tres funciones cerebrales principales -como observas, ya empezamos a conocer el impacto del número 3-:
1 – Organización espacial. El cerebro utiliza información visual para organizar la información en un espacio mental y así poder recordarla y procesarla con mayor facilidad.
2 – Segmentación temporal. El cerebro tiene la capacidad segmentar eventos en un orden temporal, lo que facilita la comprensión y el recuerdo de la información. Esta función es la que permite, por ejemplo, la planificación y la memoria de trabajo. Así, organiza y planea tareas secuencialmente, y mantiene en la memoria la información necesaria para realizar una tarea en particular.
3 – Funciones cognitivas específicas. Por ejemplo, la atención sostenida y la capacidad de seguir instrucciones para procesar información.
Revelando los secretos del número tres
Desde distintas perspectivas simbólicas el tres es considerado un número especial para la mente humana.
Una teoría es que el 3 es completo, ya que tiene un comienzo, un desarrollo y un final, que es similar a la estructura de una historia o una tarea.
Además, el número 3 es fácil de recordar y procesar debido a su simplicidad y familiaridad. Otro factor es que el número 3 se encuentra en muchos patrones y estructuras en la naturaleza, lo que lo hace fácilmente reconocible y significativo para el cerebro humano.
Por ejemplo, la mañana, la tarde y la noche, o la constelación conocida como “Las tres Marías”, que se observa en el Cono Sur, compuesta de varias estrellas brillantes, incluyendo Canopus, la segunda estrella más brillante en el cielo nocturno.
Hay más ejemplos de trinidades en la cultura, la religión, la mitología, y la psicología que ilustran cómo el 3 llama la atención del cerebro y la mente:
- La tríada del funcionamiento de la mente en la psicología, donde es dividida en tres partes: el consciente, el subconsciente y el inconsciente.
- El esquema del tiempo: pasado, presente y futuro.
- La Trinidad en la religión cristiana, donde Dios es representado como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Y también los tres Reyes Magos.
- El principio de las tres unidades en la literatura, donde una historia tiene un comienzo, un desarrollo y un final.
- Las edades cronológicas básicas: infancia, adolescencia y adultez.
- La tríada de las tres edades del hombre en la mitología, donde el hombre es representado como niño, adulto y anciano.
- La estructura de los chistes, donde se presenta un encuadre, un giro inesperado y un remate o final gracioso.
- En gramática, el formato de una oración, con sujeto, verbo y predicado.
- En teatro, los tres actos en la dramaturgia, presentación, desarrollo y final.
- El número 3 y su efecto para persuadir y vender más
Posiblemente te has preguntado alguna vez por qué muchas veces se presentan tres opciones de ofertas, o tres valores de un producto dependiendo del plazo de compra, o los descuentos de tres maneras distintas. Es porque, en la percepción subconsciente, genera una sensación de urgencia y atractivo, por ejemplo, «compra 2, lleva el 3° gratis», su versión inversa de «3 por el precio de 2», y el famoso “Últimos 3 días”.
¿Por qué funciona? La explicación tiene una lógica sencilla, y es que, si sólo te dan una opción, se cierran las posibilidades; y si te ofrecen dos, te colocan en un dilema sobre cuál escoger. En cambio, cuando te presentan tres, la mente interpreta que eres tú quien tiene el poder de elegir en tus manos; así, baja el cortisol en el cerebro -la hormona del estrés-, y escoges lo que te parece mejor.
En neuroventas, generalmente la opción favorita de quien vende se presenta en tercer lugar; lo mismo que en diseño cuando te muestran varias opciones de, por ejemplo, un logotipo o una propuesta publicitaria: la que más chances podría tener generalmente se exhibe en tercer lugar, luego de haber dedicado tiempo a explicar la primera y la segunda, generándote cierta ansiedad por conocer la última.
Como estás percibiendo, el uso de este número en comunicación, marketing y lenguaje persuasivo es sumamente relevante, en principio, porque es fácil de recordar y procesar. Por ejemplo, usar una lista de tres puntos para resaltar los beneficios de un producto o servicio, algo que seguramente haces instintivamente.
También se utiliza el tres para establecer lo que se denomina principio de autoridad, ya que se percibe como un número asociado con reunir evidencias, las pruebas, las justificaciones y las argumentaciones de peso. Por ejemplo, se puede establecer un argumento y un postulado de veracidad sobre algo, utilizando 3 evidencias diferentes para apoyar una afirmación.
Para finalizar, al escribir, al hablar en público y al estructurar las ideas para cualquier formato, sugiero que utilices la estructura del 3 para fijar conceptos y lograr mayor claridad expresiva.
Quienes comunican en forma profesional lo saben, y por eso, en una charla, una conferencia, y hasta en un artículo como este, encontrarás una multitud de ejemplos donde los temas se presentan de tres formas.
Spoiler: lo acabo de hacer en el párrafo inmediato anterior, y recién, al mencionar el artículo, una charla o una conferencia. ¿Lo habías percibido?
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