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El día en que Luis XVI dejó a Robespierre con el discurso a medias

El día en que Luis XVI dejó a Robespierre con el discurso a medias

Maximilien de Robespierre, el famoso abogado y político francés, principal responsable del Reinado del Terror que siguió a la Revolución Francesa, tuvo una infancia nada sencilla. Su madre murió cuando era un niño, y su padre partió en busca de fortuna al otro lado del Atlántico, pero murió también al poco tiempo. Así, siendo Robespierre el mayor de sus hermanos, no era más que un niño cuando quedó como “cabeza de familia”.

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En esta situación, el obispado de Arras, su pueblo natal, le otorgó una beca para estudiar, y Robespierre la aprovechó, porque según parece era el mejor de su clase. Seguramente fue así durante gran parte de su vida.

Y ser el primero de la clase le llevó a ser el responsable del discurso de honor y bienvenida al rey Luis XVI, cuando este pasó por el lugar. El rey estaba recién coronado y esa ocasión no sería la última en la que se cruzaran la vida de Robespierre y Luis XVI, como todos sabemos. Pero esta primera situación, ya tuvo sus detalles interesantes.

El rey pasaba por allí, su carroza paró para recibir las adulaciones y Robespierre comenzó a leer su discurso, evidentemente, cargado de loas y honores. Pero tan mala suerte tuvo aquel niño, que comenzó a llover ligeramente y el rey dio la vuelta, subió a su carroza y siguió camino, dejando a aquel niño con la palabra en la boca y el discurso a medias.

Es obvio que este hecho no es determinante para nada en el futuro, pero cuando Robespierre era un hombre poderoso, y tras abolirse la monarquía francesa en 1792, Robespierre reclamó insistentemente la ejecución del rey Luis XVI, y finalmente la Convención Nacional condenó a muerte al monarca, que fue guillotinado el 21 de enero de 1793, en la plaza de la Revolución.

Con información de: Curistoria

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