La vida se ha encargado de enseñarnos que a veces no existe límite para las excentricidades, el lujo, o la adquisición de objetos extraños y peculiares, pero el tema que les presento a continuación tiene que ver con una extravagancia poco común, pues además de extraño resulta curioso lo que algunos están dispuestos a hacer o a pagar por un producto, objeto o como lo quieran llamar: un preservativo.
Con información de Playbuzz
--
--