La homosexualidad ha sido un tema tabú para muchas sociedades, incluida la mexicana de principios del siglo XX. Por ello fue de gran escándalo lo que se conoce como El baile de los 41, una fiesta en donde 21 hombres asistieron vestidos de mujer. ¡Te contamos más sobre el tema!
El porfiriato (o porfirismo) es el período durante el cual Porfirio Díaz (1830-1915) gobernó en México. Entre 1879 y 1911, Díaz ejerció una presidencia de naturaleza militar, aunque ya había estado en el poder seis veces (en total 31 años). Antes de ello, el caudillo había destacado por su actuación en las distintas batallas libradas durante la Segunda Intervención Francesa en México.
Díaz se casó en dos ocasiones. Su segunda esposa fue Carmen Romero Rubio, con la que nunca pudo tener hijos por ser ella estéril. La primera vez fue con Delfina Ortega en 1867, con quien tuvo tres hijos: Porfirio (apodado Firio), Luz Victoria y Amada. Esta última se casó con Ignacio de la Torre y Mier, un hacendado con el que nunca tuvo hijos y con el que peleaba constantemente.
Pesaba en la sociedad un rumor acerca de que Torre y Mier era homosexual, lo que (según la cultura popular) le trajo constantemente problemas con su esposa; sin embargo, algunos historiadores afirman que la homosexualidad de Torre y Mier era verdadera y, por ello, fue abusado por múltiples militares hasta que logró escapar a Estados Unidos, en donde falleció en 1918. Se hizo especialmente popular por ser conocido como el hombre número 42 del “Baile de los 41”.
Contexto
Como en muchos países del mundo durante el siglo XIX y XX, la homosexualidad era un tema ciertamente tabú. Hombres y mujeres escondían su verdadera sexualidad y la mayoría recurría a matrimonios heterosexuales para esconder su naturaleza. Contrario a la época se encuentra Salvador Novo, un escritor e intelectual de las letras, quien demostraba ser gay tanto en la vida cotidiana como a través de sus escritos.
Las mujeres lesbianas y los hombres gais realizaban fiestas clandestinas bajo el pretexto de “fiestas de disfraces”, con la finalidad de celebrar sus preferencias sexuales sin ningún tapujo. Los hijos de los adinerados de la época paseaban con sus ropas de moda y eran llamados por el resto “lagartijos” o “pollos”, palabras que pretendían darles una connotación afeminada.
El baile en cuestión
Hombres vestidos de traje y otros con largos trapos se reunieron la noche del 17 de noviembre de 1901, con Porfirio Díaz al mando de la presidencia. En la Colonia Tabacalera de Ciudad de México, 21 hombres estaban vestidos de forma masculina y otros 21 de forma femenina. La policía, al ver un montón de carruajes fuera de un establecimiento en la calle La Paz, decidió entrar a la fiesta, curiosos con la ostentosidad de los transportes. Al entrar, siendo ya la madrugada del día siguiente, encontraron a hombres travestidos y, horrorizados ante el hecho, decidieron llevarlos detenidos y llevar a cabo una redada.
Los organizadores habrían sido Antonio Adalid (ahijado del segundo emperador de México, Maximiliano I) e Ignacio de la Torre y Mier (esposo de la hija del presidente Porfirio Díaz). Aunque llevaron a todos detenidos, este último fue liberado por estar vinculado con el gobierno del momento.
Después del arresto, 41 hombres fueron traslados a una comisaría y luego a la Cárcel de Belén, lo que hoy se conoce como Chapultepec. Aunque algunos lograron salir bajo fianza, otros fueron obligados a realizar labores de limpieza y cocina a un batallón en Puerto Progreso, en Yucatán. Ya que ser homosexual no era penalizado por la ley, se les acusó de alterar el orden público y la moral y las buenas costumbres.
Posteridad del hecho
La celebración es conocida por ser una de las más escandalosas de comienzos del siglo XX. Muchos medios de comunicación llamaron al hecho “El baile de los 41” o “El baile de los 41 maricones”; sin embargo, otros intelectuales de la época rechazaron la reacción de la policía, ya que consideraban que había violado los derechos humanos y civiles de aquellos hombres.
En la actualidad, la comunidad LGBTIQ+ toma el número 41 como emblema de su lucha. La fiesta es considerada un hito en la contracultura y ha sido tomada como referencia en la cultura popular. También se tomaría dicho número para designar a personas homosexuales (en especial hombres) de forma peyorativa.
Con información de: Gatopardo / BBC / Wikipedia / Televisa / Youtube / Foto: Wikimedia
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