Te contamos los básicos de esta nueva ley en Chile. El 8 de septiembre entró en vigor la Ley de Portabilidad Financiera en Chile, una nueva normativa que tiene como principal objetivo acelerar y simplificar el proceso de cambio entre instituciones financieras; algo así como lo que pasa con la portabilidad númerica. La meta del gobierno chileno es que con este proyecto, las personas puedan mejorar su economía y la de sus familias.
Con esto en mente, tanto empresas como personas pueden cambiar sus productos a la entidad que más les convenga de forma más rápida y simple. Desde cuentas corrientes y tarjetas de crédito, hasta créditos de consumo y automotrices, los chilenos ya pueden tener libre acceso a portar sus productos financieros y a elegir lo que mejor se adapte a sus necesidades.
Cabe aclarar que la norma estuvo en trámite durante casi dos años. Y es que se trata de un proyecto que integra varios cambios. Si todavía no sabes de qué va, aquí te explicamos el ABC de la Ley de Portabilidad Financiera:
A: Ahorro de tiempo y dinero
Uno de los principales objetivos de esta nueva normativa es ahorrarle tiempo y dinero a los chilenos, sobre todo al refinanciar créditos. Tomemos el refinanciamiento de crédito hipotecario como ejemplo. Antes, un crédito de 1000 UF costaba $700,000; ahora, costará alrededor de $280,000. También existe un ahorro de tiempo en trámites. Se estima que el proceso tome un 40% menos, lo cual equivale a 30 días menos.
B: Burocracia nula
Otra gran ventaja de la ley es que el cliente interesado en portar productos financieros puede hacerlo sin tener que acudir a cada institución para obtener información de los servicios. Las largas filas y el papeleo quedaron en el pasado. Gracias a este nuevo proyecto, las personas pueden comparar tasas, intereses y comisiones desde un formato estándar y público para todos.
C: Certificado de liquidación
Por último, vale la pena mencionar que el procedimiento de portabilidad en realidad es muy sencillo para el cliente. Lo único que debe hacer es solicitar un certificado de liquidación a su institución financiera actual. En este documento se enlistan todos los productos contratados actualmente. Con este papel en mano, el nuevo proveedor puede realizar una mejor oferta. Y en caso de ser aceptada, es el nuevo proveedor quien lleve a cabo toda la gestión de portabilidad (incluido el cierre de productos con la antigua entidad).
La Ley de Portabilidad financiera aumentó la competitividad en el mercado, lo cual quiere decir que las instituciones de índole financiera se están esforzando por ofrecer cada vez mejores productos, como:
- Cuentas de banco con costo cero
- Flexibilidad en el pago de cuotas de los créditos
- Refinanciamiento de créditos con tasas más bajas
- Innovación y mejora de sus canales digitales
Entre otras mejoras en su gama de productos. Ahora los clientes pueden cambiar de productos financieros a lo que más les convenga de forma rápida y simple, agilizando todo el proceso, mejorando la economía de sus familias y, por lo tanto, de su país.
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