Por Cosas Muy Importantes | Saparmyrat Atáyewiç Nyýazow fue un ingeniero industrial, político y dictador turcomano que gobernó su país entre 1985 y 2006. Nacido en Gypjak, el 19 de febrero de 1940 y fallecido en Asjabad, el 21 de diciembre de 2006.
Niyázov estudió ingeniería y llevaba 21 años al frente de Turkmenistán, primero como dirigente soviético (secretario general del Partido Comunista desde 1985) y desde 1991, como presidente del Estado más feudal y cerrado de todos cuantos surgieron de la desintegración de la URSS. Niyázov dirigía Turkmenistán como si fuera un feudo particular.
Su gobierno
En 1999 se hizo elegir presidente de por vida y en 2005 el parlamento lo confirmó en este cargo. Bajo su mandato, Ashjabad se convirtió en una ciudad de ciencia-ficción, atravesada por enormes avenidas, jalonadas por palacios, frente a los cuales se yerguen las estatuas del dictador.
Niyázov había fomentado un delirante culto a la personalidad. Su imagen era omnipresente, desde las estatuas doradas que decoran Ashjabad hasta los cuadernos escolares, pasando por las alfombras y las fachadas de los edificios.
Entre sus decisiones caprichosas se cuentan la supresión de las pensiones a los jubilados rusos, lo que creó un grave problema para 105.000 ciudadanos de la Federación Rusa con residencia permanente en Turkmenistán.
En el marco de una reforma del sistema sanitario, ordenó cerrar todas las clínicas del país, excepto las de Ashjabad.
También prohibió los dientes de oro a los que eran tan aficionados sus compatriotas y la construcción de un zoo con instalaciones para pingüinos en el desierto de Karakum, donde las temperaturas alcanzan los 50 grados.
En esta onda decidió también construir una pista de patinaje sobre hielo en el desierto. Niyázov obligaba a sus ministros a correr carreras de 36 kilómetros, los amonestaba y humillaba en público. Por si fuera poco, declaró fuera de la ley todas las enfermedades infecciosas, incluido el cólera y el sida.
En 2001, Nyýazow publicó un libro, Ruhnama (‘Libro del Alma’), una especie de guía espiritual o código de conducta para los turcomanos que se volvió lectura obligada en colegios y universidades (más tarde, el presidente afirmó que había que leer su libro tres veces para entrar al paraíso). Este es un compendio doctrinal, que en su mayor parte consiste en comentarios banales, consejos paternalistas y peculiares interpretaciones históricas y culturales.
Además, cambió el nombre de varios lugares, así como de los días de la semana y de los meses en el calendario: algunos, en su propio honor, o en el de sus padres o de su libro.
Abolió el ballet por considerar que iba en contra de las tradiciones nacionales turcomanas, suprimió los diplomas de todas las universidades extranjeras emitidos en los últimos 10 años, y prohibió a los jóvenes llevar cabellos largos, barbas y bigotes.
El dictador falleció repentinamente en 2006 de un fallo cardiaco, a los 66 años de edad. Fue enterrado en el panteón familiar que se hizo construir en las afueras de Ashjabad junto a la gran mezquita, donde las citas del presidente están en lugar más relevante que las citas del Corán.
¿Quieres conocer más acerca de este personaje y su gobierno? Escucha el episodio 70 ″Realidades distópicas: Turkmenistán» del Podcast Cosas Muy Importantes, en tu plataforma de Podcast favorita y recuerda suscribirte a nuestro Patreon para tener acceso a contenido exclusivo.
Imagen portada: Wikipedia
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