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Desarrolla tu inteligencia emocional (Parte II)

Desarrolla tu inteligencia emocional (Parte II)

… continuación de Desarrolla tu inteligencia emocional (Parte I)

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 7. Mantén la calma cuando sientas ira o ansiedad

Lograr controlarte en momentos de furia o nerviosismo no es sencillo, es en ese momento cuando debes detenerte y pensar con claridad. Puedes respirar si estás solo o retirarte de una conversación momentáneamente expresando asertivamente que debes relajarte para continuar hablando.

Esto te permitirá resolver desacuerdos de manera sana y constructiva, y refuerza la confianza entre las personas. Cuando no se percibe al conflicto como una amenaza o castigo, favorece la libertad, la creatividad y la seguridad en las relaciones.

También es importante reconocer si cuando se tienen discusiones –que son inevitables en las relaciones porque dos personas no pueden tener las mismas necesidades, opiniones y expectativas- son por los mismos motivos de las anteriores, para poder avanzar.

 

8. Contempla la posibilidad de cambiar

Cuando tengas un conflicto, lo primero es identificar el origen de dicho conflicto: ¿es emocional o no? ¿me ha pasado algo similar antes? Después, puedes comenzar a buscar una solución.

No tendrás la certeza de que arregles una situación si haces lo mismo que la vez anterior porque ya sabes cuál será el resultado. El cambio supone riesgos, y cuesta salir de la zona de confort, sin embargo, si no sales de ese círculo no crecerás.

Puedes ser tan inteligente emocionalmente como te lo propongas, el esfuerzo es la base de los grandes logros.

 

9. Se empático

La empatía es la capacidad de comprender mejor cuáles son los estados de ánimo por los que están pasando los demás, identificándote con el otro en sus emociones. Es necesaria para conocer mejor a las personas que nos rodean y tomar conciencia de sus realidades, dimensiones que en ocasiones no se diferencian mucho de las nuestras.

Cuando puedes percibir lo que el otro está sintiendo o por lo que está pasando, mejoran sensiblemente las oportunidades de una buena comunicación y las relaciones personales.

 

10. Motívate

Las emociones son las disparadoras de la acción. Si eres capaz de motivarte, tienes en tus manos el poder de la acción.

Si puedes identificar y manejar tus emociones adecuadamente, no te quedarás paralizado por las mismas y encontrarás motivación para actuar, tomar las riendas de tu vida y dirigirla hacia donde deseas.

 

¿Por qué es importante la inteligencia emocional?

Las emociones determinan cómo respondemos, nos comunicamos y comportamos.

La raíz de la palabra emoción remite al movimiento ya que las emociones son las que nos mueven, nos llevan a entrar en acción.

Estamos hechos de ellas y la mayor parte de las personas se esfuerzan por encerrarlas en sistemas de vida ordenados y represivos.

Para alcanzar el equilibrio en la vida, debemos aprender a gestionar adecuadamente nuestras emociones sustituyendo reacciones automáticas por respuestas elegidas.

Conocerse implica entenderse y entenderse es un primer paso para aceptarse; sólo aceptándonos podemos empezar a amarnos, y amarnos es una condición sine qua non para relacionarnos bien con los demás.

Las emociones son reacciones naturales que nos permiten entre otras respuestas ponernos en alerta ante determinadas situaciones que implican peligro, amenaza, frustración, etc. Todas las emociones que sentimos traen un mensaje, positivo o negativo, y mientras que no se descubre y se hace algo al respecto esa emoción se repetirá.

Si se evita sentir por largo tiempo, pueden ocurrir una serie de problemas como enfermedades que generan somatizaciones y debilitan el sistema inmunológico -dolores de estómago, migrañas, dolores de espalda, asma, insomnio, etc.-, ansiedad y malas o nulas relaciones.

La inteligencia emocional ayuda a:

  • Triunfar en todas aquellas áreas de la vida que implican relacionarse con los demás y favorecer el mantenimiento de relaciones más satisfactorias.
  • Mantener una mejor salud al ser capaces de manejar mejor el estrés y las emociones negativas como ansiedad, sin dejar que les afecten el exceso o durante demasiado tiempo.

El estrés no manejado correctamente puede repercutir negativamente en la salud mental, haciendo que seas más vulnerable a los trastornos de ansiedad y depresión. Además, la persona que no maneja bien sus emociones tiene muchos más altibajos emocionales y cambios de humor que perjudican sus relaciones y su funcionamiento.

Desarrolla tu inteligencia emocional (Parte I)

Desarrolla tu inteligencia emocional (Parte II)

Diego Mata / Culturizando
Con información de Habilidad Social | La Mente es Maravillosa | Lifeder | Befullness | Motivación.About | Project Coaching

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