A lo largo de la historia, los filósofos han afirmado que el lenguaje hace al pensamiento. Bajo la premisa de que sin palabra no hay concepto ni idea clara, una de las grandes preguntas de la filosofía coincide en el dilema de si el pensamiento del ser humano se origina por medio del lenguaje, o si por el contrario, nuestro mundo mental existe gracias a las experiencias que visitamos a partir de la vista. ¡Descubre lo que Einstein tenía que decir sobre pensar en imágenes!
¿Qué es la imaginación?
“La lógica te llevará de la A a la Z; imaginación te llevará a todas partes” – Albert Einstein.
Etimológicamente, la imaginación proviene del latín «imaginatio», y consiste en un sustantivo que da nombre a una representación, una imagen, una idea o una ilusión.
Proviene de «imago» -retrato, idea, apariencia-, y en su construcción está presente el sufijo de efecto y acción «-ción», el cual señala un proceso o un resultado. En este sentido, la imaginación puede definirse como el resultante de figurarnos algo en nuestra mente.
De acuerdo con la Real Academia Española, la imaginación se define como la «facultad del alma que representa las imágenes de las cosas reales o ideales», siendo otro de sus significados «imagen formada por la fantasía».
Albert Einstein y la imaginación científica
“La imaginación es más importante que el conocimiento. El conocimiento es limitado y la imaginación circunda el mundo” – Albert Einstein.
Para el filósofo francés Gaston Bachelard (1884-1962), la imaginación no era más que un “obstáculo epistemológico” para el progreso científico. Es decir, sostenía que a mayor uso de la imaginación, mayor margen de error.
De hecho, en una de sus más célebres obras La formación del espíritu científico (1938), Bachelard señala que la ciencia moderna descansa en una abstracción cada vez mayor, y que la ciencia debe deshacerse de la imaginación para alcanzar la racionalidad.
No obstante, en la actualidad, la ciencia admite que campos tan abstractos como la física, la química y las matemáticas, se apoyan en gran medida en la imaginación. Y es que, de acuerdo con el matemático francés Jacques Hadamard (1865-1963), los científicos serían, antes que nada, grandes soñadores.
Albert Einstein (1879-1955), el físico y científico más importante del siglo XX, expresó lo siguiente:
“Las palabras o el lenguaje, escrito o hablado, no parecen desempeñar ninguna función en mi mecanismo de pensamiento… Los elementos de pensamiento son, en mi caso, de tipo visual” – Albert Einstein.
Con frecuencia, podríamos decir que un matemático “ve” la solución, imaginando un camino nuevo, que lo conduce al resultado que ha estado buscando.
Consecuentemente, para Einstein, la visión viene primero y la demostración después. Hadamard señala en su ensayo Essai sur la Psychologie de l’invention dans le domaine mathématique (1945), que no es casualidad que la palabra «teorema», de acuerdo con la etimología griega, provenga de la palabra «visión».
Las representaciones mentales más que las verbales
La filosofía y las ciencias humanas han coincidido durante años en que el lenguaje produce el pensamiento.
El filósofo francés George Steiner señaló en su publicación Los libros que nunca he escrito (2007), que el «verbo» fue el inicio de la humanidad.
“Existe el acuerdo de reconocer que las capacidades del lenguaje que hacen de la realidad un objeto de clasificación, abstracción, metáfora, de forma que existe un lenguaje «exterior», constituyen, no solamente la esencia del hombre, sino su separación primordial con el animal. Hablamos, luego pensamos; pensamos, luego hablamos” – George Steiner.
A menudo, en la actualidad se disponen numerosos argumentos para sostener que existe un pensamiento sin lenguaje. Con frecuencia, solemos buscar palabras para expresar una idea, sin encontrarla con exactitud. De allí la necesidad intrínseca de reformular el mensaje que se quiere comunicar.
La idea está ahí, mas no la palabra. El pensamiento está presente, pero el lenguaje no.
¿Qué opinan otros filósofos sobre el pensamiento en imágenes?
Étienne Bonnot de Condillac (1715-1780) señaló en el Ensayo sobre el origen de los conocimientos humanos que el pensamiento se nutre de las sensaciones.
El filósofo, que formó parte de aquello que los historiadores denominan la «segunda Ilustración», explicó que las sensaciones se unen entre sí para formar ideas y que, posteriormente, el lenguaje nombra las ideas.
Para Bonnot de Condillac, la razón existe gracias al lenguaje, pues a diferencia de los gestos y sonidos presentes en los animales, las palabras permiten formular clara a indistintamente.
Por otro lado, para Ernst Cassirer (1874-1945), el hombre se define como un espíritu creador de símbolos. Por ejemplo, para el ser humano, el agua no es solo un líquido vital, sino que corresponde a un elemento portador de múltiples significados.
El agua, en este sentido, simboliza la pureza, el mar, la vida, entre otras ideas. Por consiguiente, de acuerdo con el filósofo alemán, la función del símbolo se emplea para abrir el pensamiento humano a una creatividad y a una libertad sin barreras.
Con información de: Real Academia Española / Etimología / Etimología Chile / Biografías y vidas / Psicoactiva/ Las grandes preguntas de la filosofía, GLOBUS Comunicación, S.A. Madrid, España. / Foto: Shutterstock
--
--