Noviembre 04, 2016

Crónicas clasemedieras: Saturación

Crónicas clasemedieras: Saturación

Por Omar G. Villegas |

Distintos teóricos e intelectuales han resaltado que esta época que nos tocó vivir es excesiva, caótica, bulliciosa, desbordada, agotadora. Sobre todo en las ciudades que atraen cada vez a más personas con un mortal canto de sirenas.

A nuestra era se le nombra agregando prefijos como hiper (Gilles Lipovetsky) o ultra (José Antonio Marina). Byung-Chul Han ha calificado a nuestra sociedad como la del cansancio. En fin, la mayoría de las aproximaciones coinciden en términos como vertiginosidad y saturación.

Me quiero referir a este último a raíz de algunas conversaciones que he tenido en estos días. Todo surgió a partir de comentar un nuevo programa de televisión en México, el matutino “Sale el sol”, que se transmite por el flamante canal Imagen TV que recién inició transmisiones.

Yo destacaba que ese programa me gusta básicamente por un rasgo: que a diferencia de “Venga la alegría” de Azteca o de “Hoy” de Televisa no apuesta por la hiper ultra mega  saturación. Que no todo es gritos, música a volumen alto, una pantalla repleta de conductores o bailarines, juegos y brincos, colores chillantes. Me agrada porque no recurre la parafernalia.

En pantalla se ve a los cuatro conductores guapos y agradables o a un par conversando, comentado, en ocasiones sí jugueteando, entreteniendo, pero no llamando la atención a partir del grito tendido sino del comentario o la imagen. En ese sentido me parece un buen ejercicio de televisión no destinada sólo a convertirse en una gritona dama de compañía sino a, justamente, abrir espacios de apacibilidad.

Pero no sólo en los matutinos vivimos rodeados de saturación. El ocio, el transporte público, los supermercados, los barrios, los trabajos. El exceso se ha filtrado en prácticamente todos los espacios vitales en una ciudad, incluido la cama durante el sueño cuando se oyen cláxones, fiestas o avenidas transitadas. Escasean los momentos de paz, relajación, tránsito fluido, reflexión profunda.

Encontrarlos se ha vuelto una labor compleja, demandante y, paradójicamente, no exenta de ansiedad. Ahora para irse de vacaciones o tener instantes libres hay que adelantar trabajo o pendientes para que esos recreos sean placenteros y no generen más desazón.

Quizá esta perspectiva de someter la quietud a una planeación o un desahogo previo de tareas interminables sea insensata y sea la que realmente ocasiona estrés. Sin embargo, es común porque de lo contrario las consecuencias pueden ser desastrosas para la calma.

Sea como fuere, buscar, toparse o descubrir espacios libres de saturación son dignos de celebración y comentario. Y si alguno de nosotros tiene una clave para hallarlos o sabe de alguno habrá que compartirlos para ir sumando remansos y no tormentos.

Omar G. Villegas | Twitter: @omargvillegas |

Omar G. Villegas (Ciudad de México, 1979). Periodista. Ha ejercido el periodismo cultural y de espectáculos en los diarios Reforma, El Universal, La Crónica de Hoy, El Día y, actualmente, en la cadena Tv Azteca, donde también es guionista. Ha colaborado en revistas como ¡Quién! y DEEP, y en el portal The Huffington Post. Ha publicado narrativa breve en su blog Memorias Consustanciales y ensayos en revistas electrónicas especializadas de México, España y Suramérica como Imágenes del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. Es profesor de Periodismo en la Universidad Iberoamericana. Autor del libro de relatos breves “El jardín de los delirios” (Textofilia, 2012). Egresado de periodismo de la UNAM. Estudió la maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Salamanca, España, con beca de la Fundación Carolina, y la maestría en Historia del Arte en la UNAM.

Foto: Viendo TV / Shutterstock

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