Desde Hemingway hasta Truman Capote, grandes figuras de la literatura eran conocidas también por su gusto por la bebida, pero no cualquiera. Algunos disfrutaban de tragos que todos conocemos; otros trasladaron su creatividad con las letras al mundo del alcohol, creando sus propios cócteles… Y nosotros te presentamos las recetas de algunas de las bebidas que los caracterizaban.
Ernest Hemingway
El reconocido autor de El viejo y el mar, famoso por su turbulenta vida y su estrecha relación con el alcohol, no tenía una sola bebida favorita. Era un gran fanático de los mojitos, el daiquirí, el martini seco y el whisky, sin embargo creó su propio cóctel al que llamó «Muerte en la tarde», bebida que consistía en una medida de absenta y una medida de champaña. Hemingway aconsejaba verter primero la absenta en el vaso y luego añadir la champaña helada.
Charles Bukowski
Quienes lo conocieron aseguran que Bukowski era capaz de beber cualquier cosa que llegara a sus manos. En una oportunidad se refirió al alcohol como «una amante continua».
«Este es el problema con la bebida, si algo malo sucede bebes en un intento de olvidar, si sucede algo bueno bebes para celebrarlo, y si no pasa nada bebes para que algo suceda».
Charles Bukowski
Su trago favorito era el «Boilermaker», que consiste en una cerveza rubia y media medida de whisky o wisky de Bourbon.
¿Cómo prepararlo? Se sirve la cerveza en una jarra bien fría y se sumerge en ella el shot de whisky con mucho cuidado, y ¡salud!
Truman Capote
El padre del nuevo periodismo, autor de clásicos como Desayuno con diamantes y A sangre fría tenía una gran debilidad por el «Destornillador», al que se refería como su «juguito de naranja diario».
Este cóctel no es más que vodka y jugo de naranja (con una rodaja de naranja para decorar). En una oportunidad Capote dijo refiriéndose a su oficio, «esta profesión es un largo paseo entre las bebidas».
Raymond Chandler
El escritor de novelas policíacas Raymond Chandler, no solo tenía un cóctel predilecto sino que este también era el trago favorito del protagonista principal de sus novelas, el detective Marlowe, quien disfrutaba beber «Gimlet», un cóctel generalmente compuesto de 2 partes de ginebra y 1 parte de jugo de lima.
Tennessee Williams
Famoso por sus obras Un tranvía llamado deseo y La gata sobre el tejado de zinc, tenía predilección por el «Ramos Fizz», creado en New Orleans en 1888 por Henrico C. Ramos.
Se sirve en vaso largo, se mezcla ginebra, zumo de limón, clara de huevo, azúcar, agua de azahar y un toque de soda. Hoy en día puedes visitar esta ciudad y tomarte uno en honor a Williams.
Francis Scott Fizgerald
El genio detrás de El Gran Gatsby, tenía una relación turbulenta no solo con su esposa Zelda, sino también con la bebida. Fizgerald se refería al alcohol como «lentes del color de rosa de la vida», y para nadie eran secretos sus excesos.
Fitzgerald prefería la ginebra porque según él era más difícil de detectar en el aliento y su cóctel favorito era el «Gin Rickey», un trago que se sirve en vaso largo y consiste en una simple mezcla de ginebra, lima y soda.
Ian Fleming
El conocido autor de los libros de James Bond llegó a inventar el cóctel que tomaría su agente secreto, el «Vesper Martini», un trago compuesto por tres medidas de ginebra, una de vodka, media medida de Kina Lillet y piel de limón, todo esto sacudido, no revuelto.
Esta bebida apareció por primera vez en 1953 en la novela Casino Royale. Se dice que el mismo Fleming tomaba sus Vesper Martini en el Duke´s del hotel St James.
No fue sino hasta 1962, con la película 007 contra el Dr. No, que el famoso Agente 007 comenzó a beber -y popularizar- el «Vodka Martini», luego de un acuerdo publicitario con la marca de vodka Smirnoff.
Con información de barmaninred.com | hablandoconletras.es |vix.com / Foto: Shutterstock
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