Kolmanskop es una ciudad fantasma ubicada en Namibia. Se encuentra abandonada desde 1956, aunque fue un lugar rico gracias a la abundante reserva de diamantes que se encontraba bajo su suelo. ¡Conoce su historia y cómo fue abandonada!
A finales del siglo XIX Europa se dividió el territorio africano para evitar un conflicto bélico. En aquella división a Alemania le tocó lo que se conoce hoy como Namibia, que en ese momento pasaría a llamarse África del Sudoeste Alemana.
Kolmanskop y el inicio de la fortuna
Para crear comunicaciones eficientes y poder empezar a explotar tierras africanas, Alemania construyó un sistema ferroviario. En 1908 un trabajador llamado Zacharias Lewala encontró una piedra brillante mientras limpiaba las vías del ferrocarril.
Lewala le llevó esa piedra brillante a su jefe, que identificó la piedra al instante: un diamante. Lewala, por supuesto, no fue recompensado por su hallazgo; la voz se regó y cientos de personas buscaron llevarse su parte de una zona tan rica como esa.
La ciudad de Kolmanskop nació sobre un desierto lleno de diamantes, y la cantidad del mineral que era extraído a diario era monumental. Para 1912 Kolmanskop producía casi el 12% de diamantes en el mundo.
A partir de este momento muchas personas buscaron acomodar la ciudad de forma que les brindara los servicios necesarios para asentarse a explotar las reservas de diamante por mucho tiempo. Se construyeron casinos, carnicerías, oficinas postales y una fábrica de hielo.
Este auge de Kolmanskop sucedió durante una lucha fuerte entre el pueblo herero y los colonizadores alemanes. El país europeo no iba a permitir que se le escapara la riqueza de su territorio por lo que decidió cerrar la zona y volverla un área restringida.
Control alemán y la caída de la ciudad
Esta zona restringida ocupaba 26.000 kilómetros cuadrados que incluían al pueblo de Kolmanskop. Todos los diamantes que se extraían eran propiedad de una empresa alemana con sede en Berlín. Para evitar que los trabajadores pudieran quedarse con parte del “botín”, se instaló la primera máquina de rayos X de África para asegurar de que nadie se tragara un diamante para revenderlo.
En 1919 tras la derrota alemana en la Primera Guerra Mundial, Namibia pasa al control de Sudáfrica gracias al Tratado de Versalles; pero los alemanes seguían explotando la zona. En poco tiempo, la minería intensa que tenía el Gobierno alemán agotó las reservas de la zona; para la década de los 30 ya no era rentable la búsqueda de diamantes.
El pueblo terminó de venirse abajo en 1928, cuando se descubrió hacia las costas del sur las reservas de diamantes más grandes hasta la fecha. En este momento la mayoría de los trabajadores se trasladaron al sur y el pueblo quedó casi vacío.
La última persona dejó Kolmanskop en 1956 y, con el paso del tiempo, las dunas del desierto se han ido comiendo las edificaciones. En el año 2002 se le concedió a la compañía Ghost Town Tours, encargada de ofrecer recorridos turísticos a pueblos abandonados, el permiso para mostrar a Kolmanskop como atractivo turístico.
Alrededor de 35 mil personas visitan la ciudad cada año, pero pronto Kolmanskop terminará bajo tierra. Ya las dunas cubren la mitad de las edificaciones del lugar y en poco tiempo se habrá tragado lo que fue un pueblo millonario.
Con información de: National Geographic / Público / Foto: Shutterstock
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