Numerosos estudios han demostrado la eficacia medicinal de la marihuana, en especial para tratar enfermedades como la anorexia, glaucomas, tumores, cáncer, enfermedades del intestino, espasticidad muscular, esclerosis múltiple, epilepsia, síndrome de Tourette, síntomas de Lou Gehrig; o para intervenciones quirúrgicas y terapéuticas.
Gracias a sus componentes químicos del cannabis, se inhibe tanto el dolor de estas enfermedades (o tratamientos), como mejora la salud de las personas que la consumen médicamente.
Y de acuerdo con un estudio reciente de la Universidad de East Anglia, en Reino Unido, el cannabis ayuda a prevenir la expansión de un cáncer, utilizándose como parte del tratamiento.
Al identificar los receptores orgánicos responsables de activar el tetrahidrocannabinol (THC), compuesto que combate las células cancerígenas que se encuentran en constante crecimiento, los expertos pretenden crear un sustituto sintético del cannabis para crear un tratamiento alternativo de esta enfermedad.
El Dr. Peter McCormick, autor de la investigación, explica que:
Hubo un interés profundo en entender los mecanismos moleculares del modo en que la marihuana, y específicamente el THC, influenciaban en la patología cancerígena. Al identificar los receptores implicados en el proceso, hemos podido dar un importante paso hacia el desarrollo futuro de tratamientos terapéuticos que saquen provecho de las interacciones que hemos descubierto para reducir la expansión de tumores. […] Nuestra investigación utiliza el compuesto químico aislado y el uso de la concentración correcta es vital. Los pacientes con cáncer no deberían automedicarse cannabis, sin embargo espero que nuestra investigación pueda llevar a un equivalente sintético que sea seguro y asequible en el futuro.
Fuente: Ecoosfera
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