En el fútbol femenino siempre se ha luchado para obtener el mismo respeto y admiración que recibe su par masculino. En la final del Mundial de 1999 se vivió un episodio que cambió para bien la historia del deporte y despertó la pasión de millones de personas y Brandi Chastain fue una de sus protagonistas.
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¿Quién es Brandi Chastain?
El 21 de julio de 1968, en California, nace Brandi Chastain. Estudió en la preparatoria Archbishop Mitty, donde inició sus camino dentro del fútbol soccer y ganó tres campeonatos regionales.
Asistió a la Universidad de Berkeley, participó en el equipo de fútbol y fue reconocida como la novata del año en 1986. En 1989 fue transferida a la Universidad de Santa Clara y se tituló en 1991.
Fue internacional con la selección estadounidense desde 1988 y hasta el 2004. Desempeñó el puesto de defensa central y mediocampista. Con su país alcanzó la gloria múltiples veces, ganó el Mundial en dos oportunidades y se colgó la presea dorada de los Juegos Olímpicos en la misma cantidad de ocasiones, además de una medalla de plata.
A nivel de clubes jugó con San Jose CyberRays en la liga de fútbol femenino de Estados Unidos, FC Gold Pride en la liga de fútbol profesional de mujeres en Estados Unidos, y California Storm en la liga de fútbol para mujeres en Estados Unidos.
El mejor momento de su carrera, bajo sus propias palabras, lo vivió en el Mundial de fútbol femenino de 1999.
Estados Unidos 1999
Entre el 19 de junio y el 10 de julio de 1999 se llevó a cabo la III edición de la Copa Mundial Femenina de Fútbol. La sede fue Estados Unidos, país que había ganado la primera edición del torneo y se llevó el tercer lugar en 1995.
Alemania, China, Ghana, Nigeria, Australia, Corea del Norte, Italia, Noruega –vigente campeona-, Brasil, Dinamarca, Japón, Rusia, Canadá, Estados Unidos, México y Suecia fueron las selecciones participantes, divididas en cuatro grupos y en donde los dos primeros de cada uno avanzaban a la siguiente ronda.
Los octavos de final se disputaron entre Alemania, Nigeria, Suecia, Rusia, Estados Unidos, Brasil, Noruega y China; los cuatros últimos avanzaron a las semifinales y el partido decisivo fue entre China y Estados Unidos.
El Rose Bowl de Pasadena fue el estadio encargado de albergar la final. Luego de 90 minutos reglamentarios y 30 extras, ningún equipo pudo anotar y todo se decidió en la tanda de penales. Liu Ailing falló por las asiáticas y el tiro decisivo para las locales lo cobró Brandi Chastain, quien no erró y Estados Unidos se consagró por segunda vez en su historia.
La imagen que cambió al fútbol femenino
Luego de cobrar su penal, Chastain se quitó su camisa, se arrodilló y elevó ambos puños debido a la euforia que significa convertirse en campeona del mundo.
La imagen se hizo viral y acaparó todos los medios. Las personas empezaron a ver el fútbol femenino de otra forma. La fotografía de Chastain plasma todo lo bueno del fútbol: emoción, euforia, pasión, alegría y la cosecha de una trabajo y esfuerzo al que muy pocos pueden dedicarse.
Revistas como Time y Sports Illustrated mostraron la celebración en sus portadas y lo calificaron como una ruptura que rompió moldes de género.
«No me imagino la vida sin esa imagen. Creo que no dormí demasiado los dos meses siguientes. Me llena de orgullo saber que la fotografía abrió las puertas a algo que había permanecido en el anonimato durante tanto tiempo: el fútbol femenino, y se convirtió en una especie de ventana por la que la gente se asomó para ver el fútbol femenino, posiblemente, por primera vez»
Brandi Chastain
Hoy día, el fútbol femenino goza de una popularidad que era inimaginable en 1999, y muchos se la han atribuido a Chastain, quien despertó el interés y pasión dentro de muchas mujeres que la vieron como una modelo a seguir a raíz de su celebración. En gran medida, es gracias a ella y su euforia que millones de personas empezaron a seguir el fútbol femenino. CNN reconoció la instantánea como uno de las 100 mejores fotos deportivas de la historia.
En julio del 2019 se inauguró una estatuta de la mítica imagen en las afueras del Rose Bowl. Se inmortalizó no solo un glorioso momento para Estados Unidos, sino para el deporte en general.
Hubo grupos conservadores que vieron el acto como algo inapropiado, pero lo cierto es que cambió el deporte para bien. Les abrió las puertas a millones de niñas que soñaron -y todavía sueñan- con consagrarse en la élite del fútbol femenino, la cual cada año gana más adeptos y reconocimiento.
Con información de: AS / FIFA / Hoy
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Autor:
Luis Mejías
