Jackson Pollock es la figura clave del expresionismo abstracto americano, y recientemente se le ha considerado como la figura artística que limita las dos mitades en las que tradicionalmente se divide el siglo XX: la moderna y la contemporánea.
Nació en Cody, Wyoming y estudió en la Art Students League de Nueva York con Thomas Hart Benton. Estuvo varios años viajando por el país y dibujando.
A finales de la década de 1930 y principios de 1940 colaboró en Nueva York en los Proyectos de la Administración para el Federal Art Project (Proyecto de arte federal). Sus primeras obras, en el estilo naturalista de Benton, representan escenas estadounidenses de forma realista.
Entre 1943 y 1947 Pollock, influido por el surrealismo, adoptó un estilo más libre y abstracto, como en La loba (1943, Museo de Arte Moderno, Nueva York). A partir de 1947 Pollock evolucionó hacia el expresionismo abstracto, desarrollando la técnica de la action-painting o dripping, consistente en derramar, dejar gotear o lanzar pintura sobre lienzos sin tensar. Pollock murió el 11 de agosto de 1956 en un accidente de tránsito.
“Blue Poles” (“ramas azules”) es la culminación de la carrera artística de Pollock. Llamado “el mejor pintor de América” por la revista Life Magazine en 1949, creó sus mejores obras, sus famosos drips, entre 1947 y 1950. En esta obra, así como en otras como “Summertime” (Londres, Tate Gallery), “Lavender Mist” (Washington, National Gallery), el “Out of the web” o el “Lucifer”, Pollock se revela como el colosal genio que, por medio del drip y el over-all, consigue canalizar la tremenda energía de su psique y plasmarla en gesto.
Foto: Wikimedia
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