Beber cantidades entre moderadas y altas de alcohol a principios del embarazo podría dañar la placenta, el órgano que sostiene al bebé en desarrollo hasta el parto, advierten unos investigadores.
En pruebas de laboratorio, los investigadores hallaron que las cantidades de alcohol equivalentes a un consumo de moderado a alto reducían el crecimiento celular en la placenta. Añadieron que unos niveles bajos de alcohol no tuvieron efecto.
Para el estudio, el consumo moderado se definió como aproximadamente dos a tres copas al día, mientras que de cuatro a seis copas se consideró como un consumo alto.
Los científicos también hallaron que la bebida de moderada a alta reducía la cantidad de un importante aminoácido llamado taurina que llegaba de la madre al bebé a través de la placenta, según el estudio, que aparece en la edición en línea del 14 de febrero de la revista PLoS One.
La taurina es esencial para el desarrollo del cerebro y el cuerpo del bebé, de forma que este hallazgo podría explicar algunos de los problemas conductuales y físicos observados en los hijos de madres alcohólicas, sugirieron los investigadores británicos.
«El crecimiento placentario se reduce en comparación con las placentas no expuestas, lo que sugiere que a largo plazo podría haber consecuencias sobre qué tanto respaldo recibe el bebé de la placenta durante el resto del embarazo tras esta exposición», señaló en un comunicado de prensa de la Universidad de Manchester la autora del estudio, Sylvia Lui, del Centro de Investigación Materna y Fetal Tommy de la universidad.
Y John Aplin, profesor de biomedicina reproductiva del centro, añadió que «esta investigación también sugiere que las mujeres que intentan concebir deben evitar beber, ya que el daño provocado por el alcohol puede ocurrir muy temprano en el embarazo, quizá antes de que una mujer sepa que está embarazada».
Otra experta se mostró de acuerdo.
«Con frecuencia pueden pasar unas cuantas semanas antes de que una mujer descubra que está embarazada, y esta investigación muestra que el consumo moderado durante esas primeras semanas vitales puede tener un impacto importante sobre el desarrollo del bebé», comentó en el comunicado de prensa Jane Brewin, directora ejecutiva del Tommy, un grupo que financia la investigación sobre los problemas del embarazo y provee información a los padres.
«Muchos embarazos no son planificados, pero para los que planifican activamente una familia esta investigación plantea preguntas sobre si las mujeres deben considerar su ingesta de alcohol incluso antes [de quedar] embarazadas», añadió Brewin.
Fuente: HealthDay, traducido por Hispanicare
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