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Horrores Humanos: 11-S

Horrores Humanos: 11-S

El 11 de septiembre de 2001 el mundo cambiaría para siempre. Nunca un evento histórico había recibido una cobertura mediática en directo de esa magnitud. Mucho antes de entender qué sucedía, cientos de millones de espectadores de todo el mundo estaban viendo lo que allí ocurría en vivo. Y las imágenes que el mundo vio aquel fatídico día, fueron inmediatas, sin editar, sin censurar. Muchas de ellas tan espeluznantes que casi no se han vuelto a emitir desde entonces.

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A las 8:19 am, hora del Distrito Este, la auxiliar de vuelo Betty Ong informó a American Airlines de que se estaba produciendo un secuestro en el vuelo 11 de Boston a Los Ángeles. Menos de media hora más tarde, el avión se estrelló a una velocidad de 788 km/h contra la torre norte del World Trade Center, en Nueva York.

Durante 16 minutos pareció que se trataba de un terrible accidente, pero entonces el vuelo 175 de American Airlines, chocó contra la torre sur, dejando claro que estaba teniendo lugar el peor atentado jamás cometido en Estados Unidos.

Ya había informes sobre otros dos aviones secuestrados: el vuelo 77 de American Airlines (de Washington D.C. a Los Ángeles) y el vuelo 93 de United Airlines (de Newark a San Francisco).

Para entonces las emisoras de radio y televisión ya estaban cubriendo el vivo los acontecimientos. Millones de personas vieron el segundo choque en vivo en la televisión. Las conexiones globales vía satélite trasmitieron informes e imágenes en todo el mundo, y comenzó el debate en Internet sobre el 11 de septiembre.

A las 9:36 am, el vuelo 77 de American Airlines se estrelló contra el ala oeste del Pentágono, incendiando el edificio. Las 64 personas a bordo del avión y 125 empleados del pentágono, murieron en el acto. A las 9:59 am se derrumbó la torre sur del World Trade Center, despidiendo nubes de hormigón y yeso pulverizado cubriendo así todas las calles circundantes. Cuando el viento dispersó el polvo, la torre sur había desaparecido, quedando reducida a escombros en una imagen desoladora e inolvidable.

A las 10:00 am, al tener noticias parciales del destino de los otros tres aviones secuestrados, los pasajeros a bordos el vuelo 93 iniciaron una lucha heroica para arrebatar el control del avión a los terroristas. Éstos se vengaron estrellando el avión en un campo al sudeste de Pittsburgh.

A las 10:30 am la torre norte del World Trade Center se había derrumbado y los peores daños ya estaban hechos, aunque hasta las 17:20 no se produjo el desplome del edificio 7 del World Trade Center, de 47 plantas (una tercera torre más pequeña).

Para entonces, una gran parte del mundo estaba profundamente conmocionado. Todavía no se sabía el alcance de la matanza, cuantas personas inocentes entre pasajeros, tripulación e vuelo, oficinistas, equipos de rescate, transeúntes, habían sido asesinadas. Tampoco se conocía la identidad de la mayoría de las víctimas.

Los atentados en sí fueron atroces. Hasta las 16:00 no se mencionó oficialmente el nombre de Osama bin Laden en conexión con los crímenes. Antes, el presidente Bush había retransmitido un mensaje a todo el mundo diciendo: «la libertad ha sido atacada esta mañana por un cobarde anónimo, y la libertad será defendida. Los Estados UNidos van a perseguir y castigar a los responsables de estos actos cobardes.«

Naturalmente, los secuestradores ya habían muerto, pero estaba claro que un atentado de esta magnitud había requerido una planificación, recursos y una financiación que superaba con mucho las capacidades de un puñado de terroristas.

Esa noche después de dirigirse a la nación por televisión. el presidente Bush anotó en su diario: «El Pearl Harbor del siglo XXI se ha producido hoy. Creemos que ha sido obra de Osama bin Laden…«

Los daños

Los atentados causaron más de 6.000 heridos, la muerte de 2.973 personas y la desaparición de otras 24, resultando muertos igualmente los 19 terroristas.

Los atentados, que fueron condenados inmediatamente como horrendos ataques terroristas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, se caracterizaron por el empleo de aviones comerciales como armamento, provocando una reacción de temor generalizado en todo el mundo y particularmente en los países occidentales, que alteró desde entonces las políticas internacionales de seguridad aérea.

Aparte de las dos torres gemelas de 110 plantas cada una, cinco edificios del World Trade Center resultaron destruidos o seriamente dañados, entre ellos el edificio 7 del WTC y el hotel Marriott, cuatro estaciones del metro de Nueva York y la iglesia cristiana ortodoxa de San Nicolás. En total, en Manhattan 25 edificios sufrieron daños y siete edificios del complejo de negocios del World Trade Center fueron arrasados.

Más tarde, el Deutsche Bank Building situado en la calle Libery street y Borough of Manhattan Community College’s Fiterman Hall en el 30 de West Broadway tuvieron que ser demolidos debido al estado en que quedaron, que los hacía inhabitables. Actualmente, están a la espera de ser reconstruidos.

Varios equipos de comunicaciones también sufrieron daños. Sin ir más lejos, las antenas de telecomunicaciones de la Torre Norte cayeron con su derrumbe, mientras que otras antenas de radio de torres colindantes resultaron también gravemente dañadas.

En el condado de Arlington, una porción del Péntagono fue severamente dañada por el fuego y el impacto del avión. Al cabo de un rato, una sección entera del edificio se derrumbó.

Según la Comisión del 11-S, aproximadamente 16.000 personas se encontraban en las zonas de impacto del complejo del World Trade Center en el momento de los ataques. La gran mayoría de ellos sobrevivió, gracias a las labores de evacuación antes del derrumbe de las torres.

Los Terroristas

El FBI, trabajando junto el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, identificó a 19 secuestradores fallecidos en apenas 72 horas. Pocos habían tratado de ocultar sus nombres o tarjetas de crédito, y eran casi los únicos pasajeros de origen árabe en los vuelos. Así, el FBI pudo determinar sus nombres y en muchos casos detalles, como la fecha de nacimiento, las residencias conocidas o posibles, el estado del visado, y la identidad específica de los sospechosos pilotos. El FBI publicó fotos de los 19 secuestradores, junto con la información sobre las posibles nacionalidades y sus apodos.

Según las conclusiones de las investigaciones oficiales del gobierno estadounidenses, los ataques cumplían con la intención declarada de al-Qaeda, expresada en la fatwa de 1998 de Osama bin Laden, Ayman al-Zawahiri, Abu-Yasir Rifa’i Ahmad Taha, Shaykh Mir Hamzah, y Fazlur Rahman.

Dicha fatwa lista tres «crímenes y pecados» cometidos por los estadounidenses en opinión de sus autores:

  • Apoyo militar de EE.UU. a Israel.
  • Ocupación militar de la península arábiga por EE.UU.
  • Agresión estadounidense contra el pueblo de Irak.
  • La fatwa establece que Estados Unidos:
  • Saquea los recursos de la Península arábiga.
  • Dicta la política a seguir a los gobernantes de dichos países.
  • Apoya a regímenes y monarquías abusivos que oprimen a su propia gente.
  • Tiene bases e instalaciones militares en la península arábiga, violando así su Tierra Santa, con el fin de atemorizar a los estados vecinos.
  • Intenta dividir a los estados árabes con la finalidad de debilitarlos como fuerza política.
  • Apoya a Israel, y desea distraer a la opinión mundial de la ocupación de los Territorios Palestinos.Declaraciones de al Qaeda grabadas tras el 11 de septiembre confirmaron las suposiciones estadounidenses sobre la autoría. En un video de 2004, aparentemente reconcociendo la responsabilidad de los ataques, bin Laden afirma que la Guerra del Líbano de 1982, de la que considera responsable a los Estados Unidos, le impulsó a desarrollar los atentados. En el vídeo, bin Laden también afirma que con ellos quería «restaurar la libertad de nuestra nación,» para «castigar al agresor» e infligir daños en la economía estadounidense. Declaró que uno de los objetivos de su guerra santa era «desangrar Estados Unidos hasta la bancarrota.»

En contraste con estas conclusiones, la administración Bush redujo los motivos del ataque al «odio a la libertad y la democracia, ejemplificados por los Estados Unidos».

Teorías conspirativas

Desde que se produjeron los atentados han surgido varias hipótesis a las que se suele agrupar bajo la denominación de teorías conspirativas, que sostienen que las conclusiones alcanzadas en la investigación oficial no resultan consistentes con los hechos.

En general, en estas teorías se cuestionan la posibilidad de que un Boeing 757 hubiera embestido contra el Pentágono; que las Torres Gemelas o la Torre Nº 7 del World Trade Center hubieran podido derrumbarse como lo hicieron a raíz del impacto de los aviones, y no como consecuencia de la colocación de cargas explosivas, en una demolición hecha a control remoto; que en el vuelo 93 de United hubiera existido un enfrentamiento entre los pasajeros y los terroristas… Por lo general estos autores afirman haber encontrado incongruencias que ponen en duda toda la versión gubernamental.

Algunas de las supuestas inconsistencias que los críticos mencionan serían el hecho de que, en teoría, era imposible que un avión pudiera acercarse al Pentágono sin accionar las defensas antiaéreas o que el FBI hubiese localizado el pasaporte intacto de uno de los terroristas dentro de los restos humeantes del World Trade Center. Otras incongruencias están basadas en las irregularidades económicas acaecidas, antes, durante y después de los atentados.

En cuanto a los autores, algunas de estas teorías sostienen que algunos miembros del gobierno de los Estados Unidos conocían los planes de atentar contra las torres gemelas pero no hicieron nada para impedirlos. Otras llegan incluso a acusar directamente al propio gobierno de Estados Unidos de planear y ejecutar los atentados.

Espera pronto una nueva entrega con otro de los @HorroresHumanos, que nunca deben ser olvidados, para así jamás ser repetidos.

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