Por Daniel Mota |
Para los que no se atreven a intentarlo
La vida sin lugar a dudas es una fuerte oleada de oportunidades, tanto para aprovecharlas como para dejarlas pasar según nuestro criterio. Vivimos en un mundo donde no solo lo importante es la apariencia; sino esa capacidad de enfrentar retos y desafíos que emprendemos en momentos dados. Como seres humanos es normal que por nuestra mente se paseen una serie de metas, pensamientos, alcances, sueños; sin embargo hay que ser firmes y sincerarnos con nosotros mismos y preguntarnos a menudo: ¿Es esto lo qué realmente quiero? al responder esa gran incógnita estaremos preparados para emprender el gran viaje, ésa aventura mágica y ruda firmeza de arriesgarnos por aquello que nos mueve.
Nadie ha dicho que el camino sea fácil, pero más puede la fuerza y las ganas interior que el pésimo mal pensamiento que en ocasiones nos embarga. De seguro has escuchado ese dicho que dice: ¨las metas se hicieron para cumplirlas¨, pero nadie o mejor dicho, en ningún lugar encontraremos un manual exacto de cómo cumplir metas, pero si encontraras motivos, frases, y hasta personas que te suman ganas, dijera mi querida abuela: ´pa¨lante es pa¨llᨠdicha frase tiene repitiéndome con más de 20 años.
En el momento en el que menos pensamos, llegará esa oportunidad que tanto hemos esperado, más aun siempre tenemos que tener esas ganas latentes y no descuidar el objetivo, tenemos que también poner de nuestra parte y abrirnos caminos, mover pensamientos, tocar puertas y hasta romper cerraduras, todo con el fiel pensamiento de que ¡Sí Podemos!. Una vez emprendido el viaje a cumplir nuestras metas, tenemos que estar preparados para los obstáculos y pruebas no tan dulces que nos pondrá la vida en medio del camino; aferrarse a Dios es un gran refugio, poco a poco aparecerán personas que te irán sumando confianza y te irán sentir más seguro de tu objetivo.
Podrán pasar días, meses y hasta años para vernos donde queremos, o quizás no logramos del todo lo planeado, es en ese momento en el que más orgullosos nos tenemos que sentir de nosotros mismo, orgullosos de que lo intentamos, de que no nos quedamos brazos cruzados preguntándonos ¿Qué habría hecho de mi vida, si lo hubiera intentado?, tenemos que sentirnos victoriosos. La meta es importante, pero para muchos el cumplir la meta o no pasa a segundo plano, lo importante fue que ¡Te Arriesgaste!
Y si eres uno de los muchos que son exitosos en sus metas, disfrútalas y compártelas con humildad.
Daniel Mota | TW @UnTalMota | FB @UnTalMota
Foto: Shutterstock
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