Inspirado por ayudar a su familia durante la crisis económica que afectó a su padre en 1875, el joven Antón Pávlovich Chéjov, marcó formalmente su inicio en la literatura por razones económicas, escribiendo relatos humorísticos.
Decidido, tras permanecer en su natal Taganrog, después de la huida de su padre a Moscú, Antón culmina sus primeros estudios. Más tarde ingresa en la carrera de medicina en la Universidad de Moscú, en donde se gradúa en el año de 1884. Un año más tarde comenzó a colaborar con la «Peterbúrgskaya gazeta » y posteriormente en uno de los periódicos más conocidos de San Petersburgo, el «Nóvoye Vremia».
Sus primeros relatos, son publicados en el año 1886, en un libro llamado «Cuentos de Melpómene» y en 1887 con la colección de relatos cortos llamado «Al Anochecer» ganó el Premio Pushkin. Ese mismo año es el estreno de su obra «La Gaviota», interpretada por la compañía del Teatro de Arte de Moscú y también es el año en el que viaja a Ucrania para recibir tratamiento por la tuberculosis que empieza a padecer de forma evidente.
Chéjov, quien en 1901 se une en matrimonio con la actriz Olga Leonárdovna Knípper, es considerado el narrador y dramaturgo más destacado de la escuela realista Rusa, y su aporte se ha calificado como uno de los más significativos a la literatura universal.
Su estilo marcado por la ausencia de tramas complejas y atmósferas líricas, apostó por una escritura nada comprometida con la pedagogía y el narrador omnisciente característicos de su época.
A partir del año 1903, su tuberculosis se agudizó, razón por la cual se trasladó a Niza en Francia y a Yalta en Crimea por lo benevolente del clima para su padecimiento. Finalmente en el año 1904, el escritor junto a su esposa se instalan en el spa alemán de Badenweiler, en la Selva Negra, en donde muere el 15 de julio de ese mismo año.
Aunque gozaba de renombre, la mundial fama de Chéjov llegó después de su muerte, más específicamente posterior a la Primera Guerra Mundial, cuando gracias a las traducciones de su obra al inglés, logró posicionarse en la década de 1920 como todo un clásico de la escena británica.
10 frases de Antón Pávlovich Chéjov
«El amor es un escándalo de tipo personal.»
«No puede ser hermoso lo que es grave.»
«Las obras de arte se dividen en dos categorías: las que me gustan y las que no me gustan. No conozco ningún otro criterio.»
«La felicidad no existe. Lo único que existe es el deseo de ser feliz.»
«No hay nada más terrible, insultante y deprimente que la banalidad.»
«La fe es una aptitud del espíritu. Es, de hecho, un talento: se tiene que nacer con ella.»
«Hay que hablar de cosas serias en serio.»
«Sólo durante los tiempos difíciles es donde las personas llegan a entender lo difícil que es ser dueño de sus sentimientos y pensamientos.»
«A la gente le encanta hablar de sus enfermedades, a pesar de que son las cosas menos interesantes de sus vidas.»
«Los hombres inteligentes quieren aprender. Los demás, enseñar.»
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