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Anemia: ¿Por qué sigue afectando a las mujeres?

Anemia: ¿Por qué sigue afectando a las mujeres?

Jahnavi Daru, Queen Mary University of London y Ewelina Rogozinska, Queen Mary University of London

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La falta de hierro es la deficiencia nutricional más común en el mundo, tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados. Aunque sea un problema fácil de solucionar, todavía sigue sin poder evitarse.

Nuestro cuerpo necesita hierro para funcionar. Unos índices bajos de hierro pueden desembocar en anemia, lo que merma la capacidad que tiene el cuerpo para hacer circular el oxígeno. Entre los síntomas más conocidos de la falta de hierro se encuentran la falta de concentración, la fatiga o los cambios de humor.

El déficit de hierro y la anemia afectan más a las mujeres que a los hombres porque ellas pierden hierro durante la menstruación y necesitan mayor cantidad de hierro cuando están embarazadas o durante la lactancia. En el Reino Unido, una de cada cuatro mujeres se vuelven anémicas durante la gestación. En los países en vías de desarrollo es una de cada dos.

Las consecuencias de la anemia y la falta de hierro durante el embarazo son alarmantes. Nuestra investigación nos reveló que en los casos de anemia grave se duplica el riesgo de muerte para la madre. En los casos no tan graves esto puede derivar en un nacimiento prematuro, mal desarrollo cerebral y bebés con bajo peso al nacer.

La falta de hierro en el embarazo puede tener consecuencias graves para la madre y el bebé.
Pressmaster/Shutterstock.com

Tratamiento sencillo

El tratamiento para la insuficiencia de hierro es sencillo: tomar hierro. Las pastillas de hierro son la primera opción, puesto que son económicas y fáciles de obtener.

La mayoría de los doctores recetan comprimidos de hierro a mujeres anémicas, sobre todo a las que están embarazadas. La normativa nacional e internacional sugiere que se suministre hierro siempre de manera preventiva. En los países en los que son comunes los pacientes con falta de hierro, se suministra a todas las mujeres embarazadas, sean anémicas o no. Pero aún así la anemia perdura.

Existen varios métodos para recibir hierro: pastillas, por vía intravenosa, agua suplementada con hierro y también en las comidas. Pero todavía no sabemos qué método es mejor para cada situación. Por ejemplo, ¿cuál sería la mejor opción para las mujeres embarazadas? ¿Y para las mujeres que experimentan la anemia a causa de un sangrado menstrual abundante? Estas preguntas siguen sin tener una respuesta.

Las mujeres embarazadas y las mujeres en periodo de menstruación son biológicamente diferentes. Esa diferencia ha de tenerse en cuenta, no solo para averiguar la eficacia que tiene el hierro en ellas, sino también porque los efectos secundarios y la tolerancia a estos tratamientos pueden variar.

Hay publicados unos cien ensayos clínicos en los que se administra hierro a mujeres embarazadas y a mujeres que acaban de dar a luz. En la actualidad se están desarrollando nuevos preparados de hierro, pero la pregunta sigue en pie. ¿Por qué no se ha resuelto el problema todavía?

Concienciarse del problema y abordarlo es solo la mitad del trabajo. Es muy común que las mujeres con largos períodos de menstruación sufran los efectos de la anemia durante años, hasta que reciben tratamiento.

Falta de conocimientos

Aunque algunos estudios han comparado los preparados de hierro, no ha sido posible averiguar qué tipo de hierro es el más efectivo para las mujeres que padecen falta de hierro y anemia basándose en el momento en el que se encuentren. Debemos prestarle atención a esta falta de conocimientos.

Nuevos métodos estadísticos nos permiten comparar unos tratamientos con otros. Una comparativa amplia de todos los tratamientos disponibles puede ayudar a proporcionar una mejor orientación para saber qué tipo de hierro funciona mejor y en quién.

Fomentar la concienciación sobre el tema en profesionales de la salud, mujeres, familiares y amigos para que el asesoramiento y la ayuda lleguen antes, podría erradicar la anemia, que sigue siendo un tema que afecta a las mujeres y que no está reconocido globalmente.

Jahnavi Daru, Specialist Registrar in Obstetrics and Gyanecology, Doctoral Research Fellow, Queen Mary University of London y Ewelina Rogozinska, Lecturer in Evidence Synthesis, Queen Mary University of London

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

 

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