Por Daniel Colombo / Están en todo el mundo y son el salvavidas diario de millones de personas. Los hay de todo tipo y para cada dificultad que presenta la vida.
Se trata de los grupos de autoayuda, actualmente más aceptados socialmente, aunque aún algunas veces se habla despectivamente o son considerados de poca valía por personas que desconocen su dinámica y efectividad.
Sin embargo, el trabajo en grupo demuestra ser una de las formas más contundentes de acompañar a las personas por otras que conviven con realidades parecidas.
Desde un duelo, una enfermedad o una condición física, pasando por adicciones como al juego, al alcohol, al tabaco, todo tipo de drogas, a la comida, a las redes sociales y al trabajo son sólo algunos de sus enfoques.
La problemática en común es el motivo de encuentro, con una frecuencia precisa y con continuidad. En cada reunión se comparten las vivencias y experiencias individuales, a la vez que se monitorean de cerca entre sí, tanto cuando la persona evoluciona, como cuando recae. La disciplina es clave.
Estos espacios tienen varios denominadores en común: la escucha, el respeto, la confidencialidad estricta y el acompañamiento por un par, con su disposición para apoyarse y recurrir cuando sea necesario.
Pero hay otro rasgo que es crucial para encauzar esta dinámica frente a cualquier situación desafiante de la vida: la ausencia del juicio de valor sobre las conductas de las personas.
Por lo general en la vida vivimos etiquetando, juzgando y buscando definir a los demás (y a nosotros); sin embargo, en el funcionamiento de los grupos no funciona de esta forma, ya que se evita todo tipo de victimización y de estigmatización.
- 10 preceptos de grupos de autoayuda que podemos aplicar a la vida cotidiana
Como cada temática adopta diferentes formas, van cambiando los encuadres y los preceptos que utilizan, aunque la mayoría se basan en los de Alcohólicos Anónimos (AA) y sus célebres 12 pasos.
Esta organización menciona la figura de “dios” (así, en minúscula, aunque también en mayúscula, según las fuentes) como un ente superior a la que se encomienda la persona. En este artículo, si lo crees necesario, puedes reemplazar ese término o cualquier otro, por el que mejor funcione para ti.
Ya a mediados del 1800 había algunos médicos que reunían a dos o más pacientes con una patología en común para acompañarse y conversar. Uno de ellos era el francés Émile Coué, a quien se atribuye haber creado la metodología de las afirmaciones positivas.
Hoy existen grupos de autoayuda en todo el mundo, y basta con buscar en Internet para ubicar el más cercano: siempre encontrarás la puerta abierta.
Aquí van diez preceptos extraídos de algunos de estos espacios para que también los puedas aplicar en tu día a día:
1 – “Deja la lupa, mira al espejo”
Esta frase es utilizada frecuentemente en grupos de adicciones de cualquier tipo. Invita a que empieces a ampliar la observación de lo que te pasa más allá de tu propio ombligo, para que logres ver cómo afecta tu comportamiento a la gente que tienes alrededor. Te aporta perspectiva e invita a una toma de consciencia.
2 – “El valor primordial es el respeto por los ritmos de cada persona”
Según refiere Juan José Lamas Alonso en su obra “Perfiles y grupos de autoayuda”, es una regla de grupos de psicoterapia que habla acerca de respetar el tiempo personal de los procesos, las decisiones que toma cada uno y la forma de llevar a la práctica lo que se va descubriendo.
Nos enseña a ser pacientes y acompañar sin invadir, y a ser contemplativos con el hecho de que no todos tenemos las mismas herramientas ni ritmos para procesar las situaciones.
3 – “Sin temor, hicimos un sincero y minucioso examen de conciencia”
Se trata de uno de los doce pasos originales de AA, del que podemos aprender a observar, examinar y hacer un análisis en el plano más profundo de nuestra consciencia sobre comportamientos o formas de actuar que tenemos que, quizás, necesitemos revisar.
Este es un excelente primer paso para empezar a generar una transformación en cualquier aspecto: darte cuenta.
4 – “Cada miembro habla por sí mismo y de sí mismo”
Volviendo a los grupos de terapia, este pilar refleja que necesitas apoderarte de tu comunicación, asumiendo tu propia experiencia e historia. También, de escuchar respetando lo que la otra persona dice.
En los grupos el foco es la persona: no los acontecimientos de afuera, ni las personas que tiene en su vida, ni los motivos que cuenta. Lo que vale es su historia, su testimonio, su click en la mente para tomar consciencia de las limitaciones y desafíos.
Una forma de aplicarlo en la vida diaria consiste en que, en vez de echar la culpa o desviar responsabilidades hacia los demás, siempre hables de ti, de tu historia y experiencia.
Así eliminarás la tendencia al chisme y te centrarás, por ejemplo, en lo que sientes o en lo que percibes.
5 – “Sólo por hoy”
Posiblemente hayas escuchado esta frase en distintos contextos; significa que los cambios en nuestras actitudes y comportamientos requieren de ser constantes un día a la vez. Sólo un día a la vez.
La mayor de las presiones que te puedes poner es querer hacerlo velozmente “y ya está”. El asunto es que no hay recetas instantáneas para el progreso personal: es necesario transitarlo un paso tras otro.
Por eso se requiere valentía y determinación para hacerlo sólo por hoy. Y mañana otra vez; y así sucesivamente. ¿Cuánto tiempo? El que sea necesario.
6 – “Hicimos una lista de todas las personas a quienes habíamos perjudicado, y estuvimos dispuestos a reparar el mal que les ocasionamos”
Pedir perdón con honestidad y sinceridad ante las personas que puedes haber herido de alguna forma mediante tu comportamiento, y asumir la reparación de los daños que pudieses haber ocasionado, es lo que sintetiza este paso de Alcohólicos Anónimos.
Lo mismo puedes hacer en tu vida diaria, y asumirlo con compromiso, reparando situaciones del pasado: puedes concretarlo con una llamada, una carta, e incluso si la persona ya no está físicamente, escribir una nota y quemarla, simbólicamente.
La sugerencia es que los temas estén completos dentro de ti, y esclarecidos al máximo posible con los demás.
7 – “Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol y que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables”
También AA nos recuerda que no somos infalibles y perfectos: somos seres humanos en construcción permanente. Hay situaciones de impotencia que pueden llevarte a límite, y quizás eso provocó un resultado no deseado para ti, ni para los demás.
La palabra clave en esta frase es “admitimos” como llave a una puerta de toma de consciencia si es que lo quieres hacer.
8 – “Toda conducta es neutra: no es ni ‘buena’ ni ‘mala’”
La realidad, en sí, es neutra. Lo que le da el calificativo de bueno o malo es la interpretación que haces de los acontecimientos, y, seguidamente, el tipo de emoción relacionada.
Al recordar que la neutralidad siempre está presente, aprenderás a tomar esta posición para observar mejor lo que sucede. ¿Para qué? Para evitar reaccionar en automático a lo que no coincide con tus expectativas. Si lo practicas tendrás perspectiva y más información disponible para decidir.
9 – “Soy una persona en recuperación para toda la vida.”
Esta frase que utilizan miembros de diferentes grupos tiene que ver con que el proceso de mejorar y superarnos no tiene límites. También, que requiere vigilancia eterna, porque en cuanto te descuidas, puedes recaer en comportamientos que no te favorezcan.
En la vida cotidiana podemos asumir que somos eternos aprendices y practicantes de las mejores formas que encuentres para transformarte en un ser más evolucionado y responsable por tus hechos, dichos y pensamientos.
10 – “Habiendo logrado un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a otras personas y practicar estos principios en todas nuestras acciones”
Este es el último de los pasos originales del grupo de personas adictas al alcohol. Se refiere a que se necesita trabajar con constancia en una secuencia progresiva y positiva en la superación personal, para lograr una conexión con el despertar espiritual.
Podemos entenderlo como conectar con tu ser y tu consciencia plena, lo que te ayudará a actuar de una forma diferente a como lo hacías en el pasado.
La invitación que nos dejan los grupos de autoayuda es a compartir el mensaje de tu experiencia practicando los principios diariamente.
Allí radica la clave del éxito: convertirlos en un hábito saludable a tu favor. Hábitos que también tendrán un gran impacto en el entorno donde te mueves.
Imagen portada: Shutterstock
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