El 18 de octubre de 1929, las mujeres canadienses alcanzaron la consideración de personas. Por esta razón, todo el mes de octubre es el Women’s History Month, y el 18 de este mes es el Día de las personas.
El British North America Act de 1867 (la «constitución canadiense» hasta que alcanzó completa soberanía legislativa con la aprobación de la Constitución de Canadá de 1982) utilizaba la palabra «personas» cuando se refería a más de una persona y la palabra «él» cuando se refería a una única. Muchos argumentaban que la Ley estaba diciendo en realidad que sólo un hombre podía ser una persona, lo que impedía a las mujeres participar plenamente en la política o los asuntos de Estado.
En 1916, la ciudad de Alberta aprobó la legislación que concede a las mujeres el derecho a voto. Al mismo tiempo, grupos de mujeres presionaban al gobierno federal para nombrar a una mujer para el Senado. A pesar del apoyo de los Primeros Ministros Arthur Meighen y William Lyon Mackenzie King, no se materializaba. La excusa utilizada por el gobierno para mantener a las mujeres fuera de las posiciones importantes era que, si sólo un hombre podía ser una persona, y la ley decía que sólo «personas cualificadas» podrían ser nombradas para el Senado de Canadá, entonces sólo los hombres podían ser nombrados para el Senado.
Emily Murphy fue la primera jueza en el Imperio Británico. En 1927 en su primer día como magistrada en el recién creado Tribunal de la Mujer en Edmonton, el abogado del acusado impugnó una decisión porque ella no era una «persona» y por lo tanto, no estaba calificada para desempeñar las funciones de jueza. Murphy y otras cuatro mujeres destacadas de Canadá – Nellie McClung, Irene Parlby, Louise McKinney y Henrietta Muir Edwards – enviaron a la Corte Suprema la siguiente pregunta: «¿La palabra «persona» en el artículo 24 de la Ley de BNA incluye a las personas de sexo femenino?»
Después de cinco semanas de debate la Corte Suprema de Canadá decidió que la palabra «persona» no incluía a las mujeres. Las cinco mujeres, apodadas desde entonces como «Famous five» se negaron a aceptar la decisión y llevaron el caso al Consejo Privado en Inglaterra, que en aquellos días era el más alto tribunal de Canadá.
El 18 de octubre de 1929, Lord Sankey, Canciller del Consejo Privado, anunció la decisión de los cinco Lores: «La exclusión de las mujeres de todas las oficinas públicas es una reliquia de días más bárbaros que los nuestros. Y a los que se preguntan por qué en la palabra «persona» se deben incluir las mujeres, la respuesta obvia es, ¿por qué no?»
Las cinco lograron no sólo el derecho de las mujeres a participar en el Senado o en otros aspectos de la vida pública, consiguieron también, que las mujeres fueran consideradas personas.
Con información de: Quemandoiglesias | Foto: Mujer bandera de Canadá / Shutterstock
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