Es increíble darnos cuenta como las predilecciones de la humanidad suelen repetirse una y otra vez, cambiando nombres, leyendo diferentes autores y usando pantalones más estrechos, tal es el caso de la subcultura MOD y el por qué luego de leer las siguientes líneas te sentirás decepcionado de saber que los hipsters no son tan innovadores como creías.
Los “MOD” que etimológicamente deriva de la palabra “modernist”, ya vas encontrando parecidos, fue una subcultura que nació en Londres, Inglaterra en el año 1958, expandiéndose por Gran Bretaña y toda Europa, con una filosofía que hoy sigue trazada inconscientemente en muchos jóvenes: “Vida limpia bajo circunstancias difíciles”. Posteriormente bajo este criterio, influenciaría el fashion y las tendencias culturales de los jóvenes de todos estos países.
Enfocados en la música y teniendo como raíces a un pequeño grupo de jóvenes londinense, muy probablemente ociosos pero definitivamente innovadores para la época, la cultura MOD emergería, teniendo como característica principal la preferencia por escuchar “Modern Jazz”.
El “Modern Jazz” o “Bebop” sería un subgénero del tan famoso (y espectacular) Jazz, con un tempo más rápido, progresiones más complejas, numerosos cambios veloces de teclas en el piano y la improvisación como requisito sine qua non. Algo así como lo que le gustaba tanto a Ryan Gosling interpretando a Sebastian Wilder en la aclamada “LaLaLand” en 2016 o a al muy enojado J.K. Simmons interpretando a Terrence Fletcher en “Whiplash” en 2014 o básicamente cualquiera de las películas del pasado o futuro del director Damien Chazelle. Original de los Estados Unidos de Norteamérica en los anos 40, el “Modern Jazz” tendría como grandes exponentes a artistas como Charlie Parker, Dexter Gordon y Dizzy Gillespie.
Ya que conoces algo del “Modern Jazz”, puedes continuar con la cultura MOD, ya tienes una visión más amplia hacia donde nos dirigimos y estas ubicado en el contexto. Entonces debes saber que el fashion era uno de los elementos más importantes y destacables de este movimiento, siendo representado por la utilización de trajes hechos a la medida, con el uso de telas poco comunes, muy frecuentemente a cuadros. La utilización de motos tipo Scooter, “Vespa” y “Lambretta”, como medio de transporte y una leve adicción hacia los géneros musicales con instrumentos de viento como el Ska, algo de Soul y R&B. Podrías reproducir en tu cabeza la escena MOD como una noche de anfetaminas y baile intenso en alguna discoteca de la época, porque por supuesto, las anfetaminas y su uso recreacional eran uno de los pasatiempos de los jóvenes y fashionistas de Londres.
Durante el principio hasta mediados de los años 60 los “MOD” crecerían significativamente en Inglaterra, sugiriendo la rivalidad directa con otras subculturas bastante marcadas de Gran Bretaña como era el caso de los “Rockers” dando paso a un conflicto social, que llevaría incluso a actividades violentas programadas y disturbios varios para determinar una supremacía de tendencias, lo que hace ver a los “Hooligans” deportivos como verdaderos patriotas. Irónicamente, estas 2 subculturas posteriormente harían una tregua, para dar paso a un Londres nuevo, que se haría capital del fashion, música e icono mundial de la cultura pop, lleno de psicodelia y lista para dar el gran salto a lo que luego sería conocido como “The British Invasion” a los Estados Unidos de Norteamérica que representaría uno de los intercambios culturales más grandes de la historia, encontrando así a los dos lados del océano atlántico.
Es así como el “Swinging London” como era conocida la capital inglesa y sus MOD, dejarían der vistos como una subcultura aislada y se convertiría en un emblema de los jóvenes de dicha época. De él derivarían, gran cantidad de ramas de lo que hoy un poco más avanzados en globalización conocemos como son los “Skinheads”, “Skaters” y por qué no, los propios “Hipsters”.
La cultura MOD, como tal, no existe hoy, pero, su influencia, marco sin duda alguna, mucha de la ropa en tu closet, mucha de la música en tu iPod y te regalo símbolos cinematográficos como: “Quadrophenia” o La “Naranja Mecánica”. Y bandas musicales que nunca olvidaras como: “The Who”, “The Yardbirds” o “The Jam”.
Por: Juan Pedro Medina D.| @PepeMedinaD | Culturizando.
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