El 23 de diciembre de 1968 tras arduas negociaciones, los 82 miembros de la tripulación del USS Pueblo, buque de inteligencia de la Marina estadounidense, son liberados después de 11 meses de cautividad en Corea del Norte.
El incidente se inició el 23 de enero pasado cuando el USS Pueblo, buque espía, se encontraba en una misión para determinar las ubicaciones de puestos radar en tierra y evaluar la capacidad naval bélica de Corea del Norte, así como seguir el movimiento de las unidades navales soviéticas en aguas coreanas.
Al percatarse el comandante y la tripulación de que buques de guerra de norcoreanos se disponían a detenerlos, el comandante del USS Pueblo comprobó que la distancia a la que se encontraban de tierra era de 15,8 millas, por lo que contestó que estaban en aguas internacionales.
Sin embargo al saber por comunicaciones interceptadas que los norcoreanos tenían intención de abordar el buque, la tripulación fue puesta en alerta mientras intentaban alejarse de la zona. Cuatro lanchas torpederas y dos aviones MiG se añadieron a la flotilla, mientras el USS Pueblo intentaba realizar maniobras evasivas para no ser detenido.
Uno de los buques norcoreanos efectuó varios disparos que alcanzaron el mastil del radar y el puente hiriendo al comandante y a otros dos miembros de la tripulación, uno de los cuales falleció posteriormente.
El comandante del USS Pueblo ordenó destruir todos los documentos clasificados así como todos los dispositivos y equipos electrónicos. Radió un mensaje de emergencia al Comando de la Flota del Pacífico solicitando ayuda que no llegó a tiempo. La nave nunca fue devuelta.
Foto: Wikimedia
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