¿Sabías que las lágrimas pueden generar electricidad? Esto es posible porque al igual que las claras del huevo, contienen una enzima capaz de generarla gracias a una propiedad llamada piezoelectricidad. ¡Te lo explicamos!
La lisozima es una enzima que se encuentra en las lágrimas; también se encuentra en la saliva y la leche de los mamíferos. Tiene propiedades antibacterianas; atacando las paredes celulares de las bacterias, debilitándolas. Lo más curioso es que cuando la lisozima está cristalizada, también parece tener otra propiedad que le permite convertir la energía mecánica (cuando se aplica presión) en electricidad.
Esta maravillosa propiedad es llamada ‘piezoelectricidad’, y este rasgo tan presente en estos fluidos es comprobado a través de un reciente estudio publicado en el Journal of Applied Physics y realizado por Aimee Stapleton, becaria de posgrado en física en la Universidad de Limerick, Irlanda.
Aunque el término puede sonar extraño no es nuevo. La piezoelectricidad ocurre muchas veces a nuestro alrededor. Por ejemplo, los materiales piezoeléctricos, como los cristales de cuarzo, se utilizan en los teléfonos inteligentes para hacer vibrar el equipo y en los sonares de océanos profundos.
Por si fuera poco, el estudio también demostró que los materiales como el hueso, la madera, los tendones y las proteínas (como el colágeno y la queratina) tienen propiedades piezoeléctricas.
Aunque los estudios parecen ser concluyentes, aún no se ha explorado la capacidad de generar electricidad a partir de esta proteína en particular. Para estudiar las propiedades piezoeléctricas de las lisozimas, los científicos aplicaron una forma cristalizada de la enzima a películas. Luego, los investigadores aplicaron fuerza mecánica a estas películas y registraron la cantidad de electricidad generada.
Ilustración de lo que es una lisozima.-
Los científicos descubrieron que la lisozima podría generar electricidad tan bien como podría hacerlo el cuarzo. Pero al ser la lisozima un material biológico, podría tener aplicaciones médicas al no ser tampoco tóxicas, por lo que podrían tener muchas aplicaciones innovadoras, como recubrimientos electrobióticos y antimicrobianos para implantes médicos.
Quirófano del futuro.-
Los investigadores piensan que, en el futuro, las lisozimas podrían usarse para alimentar dispositivos biomédicos que se usan en el cuerpo de las personas. Las enzimas también podrían usarse para impulsar y controlar la liberación de medicamentos en el cuerpo. De igual modo, los investigadores todavía se mantienen estudiando esta enzima antes de que pueda usarse para dichos fines.
Quizá en un futuro cercano también las plantas de energía eléctrica estarán impulsadas por material orgánico más barato y menos contaminante…
Con información de PlayBuzz
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