‘La libertad guiando al pueblo’ es una de las joyas pictóricas más importantes tanto para el romanticismo francés, como para la historia del arte universal. Pintada por Eugène Delacroix en 1830, la obra se presenta como la primera composición política de la pintura moderna. ¡Te invitamos a conocer el significado de ‘La libertad guiando al pueblo’ de Delacroix!
Contexto histórico de La libertad guiando al pueblo
En julio de 1830, surge en París un proceso revolucionario denominado las Tres jornadas gloriosas o «Trois Glorieuses», en francés. Este acontecimiento histórico puso fin al reinado autocrático de Carlos X, último monarca en ser coronado por medio de una ceremonia, y sostuvo a Luis Felipe de Orleans en el trono, elegido por los diputados liberales.
El motivo de esta insurrección parte, fundamentalmente, del hecho de que la dinastía borbónica, de donde procedía el rey Carlos X, buscaba restablecer una monarquía absolutista, como la que existía antes de la Revolución Francesa (1789), y así establecer un límite a la burguesía, cuyo poder comenzaba a extenderse por medio de las cámaras del Parlamento.
La libertad guiando al pueblo, una obra romántica en su máximo esplendor
Dentro del romanticismo -corriente artística caracterizada por plasmar las más desatadas pasiones del ser humano, entre ellas la libertad, los sentimientos y la sensibilidad más allá de la razón-, Delacroix hace uso del símbolo, la composición y los ideales políticos de la época para exaltar las emociones exacerbadas por el patriotismo francés.
¿Qué significa La libertad guiando al pueblo?
Ante esta situación, el artista Eugène Delacroix -considerado el pintor más emblemático del romanticismo-, pinta una barricada humana conformada por el arquetipo de los personajes que habitaban la Francia del siglo XIX.
En la obra La Liberté guidant le peuple (1830) observamos a los burgueses, a los mendigos, a los niños, a los cadáveres y a las personas anónimas, cuyos rostros apenas se distinguen a través del humo y la algarabía.
Sobre esta barricada se encuentra la representación simbólica de la libertad, que con la ayuda del pueblo francés, avanza hacia una nación libre, fraterna e igualitaria.
La libertad de Delacroix está inspirada en la figura de «la Marianne» que funge como personificación de los símbolos nacionales de la naciente República Francesa: Libertad, igualdad y fraternidad.
La metáfora de la Marianne representa a una libertad que va parcialmente desnuda porque es libre y no tiene nada que ocultar.
“He comenzado un cuadro de tema moderno, una barricada… y, si no he luchado por la patria, por lo menos pintaré para ella” – Eugène Delacroix, sobre su obra.
Esta sostiene la bandera tricolor francesa -roja, blanca y azul, en una mano, como símbolo de los ideales de la Revolución Francesa; y un fusil en la mano izquierda, en representación a la lucha armada que era capaz de desplazar el régimen de Carlos X.
Fue así como Eugène Delacroix plasmó en un lienzo de 260 × 325 cm, pintado al óleo, todas las emociones contenidas en los ideales de libertad, nación y fraternidad del pueblo francés.
Con información de: Historia Arte / Cultura Genial / Britannica / Imagen: Wikimedia Commons
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