Ferdinand Marcos fue un dictador filipino que gobernó su nación desde 1965, cuando fue electo, hasta 1986. Su período es asociado a la exagerada corrupción que cometieron él y su esposa Imelda Marcos; sin embargo, ella es más recordada por su particular y corrupto sentido de la moda…
En 1965 asume la presidencia Ferdinand Marcos en Filipinas. Respaldado por Estados Unidos, en pleno marco de la Guerra Fría, el político fue probablemente uno de los líderes más corruptos que haya habido en la nación, pues él y su esposa robaron millones y millones de dólares.
El régimen aseguraba que eran un ejemplo mundial en cuanto a la lucha contra la expansión del comunismo, tratando de demostrar valores occidentales; pero, eso no impidió que Imelda Romuáldez Marcos, la primera dama, se reuniera con dictadores incluso peores que su marido, como Sadam Huseín, Muamar Gadafi, o incluso los comunistas Mao Zedong y Fidel Castro, siendo este último el que declaró que solo había manejado un auto para solo dos mujeres en su vida, su madre e Imelda Marcos.
Volviendo al régimen de Marcos, su mayor oposición era liderada por Benigno Aquino, quien vivía en el exilio en Estados Unidos. Si bien se sabía que el régimen era opresor y sumamente corrupto, todo quedó –más- al descubierto ante el mundo cuando Aquino decide regresar al país y es asesinado a tiros tan solo al bajarse del avión en Manila.
Este acto provocó que el resto de la comunidad internacional despertara con respecto a lo que ocurría en Filipinas, comenzando así el rechazo global. Eventualmente, debido a esta presión y tras 20 años de dictadura, Marcos acepta convocar elecciones, donde pierde contra Corazón Aquino, la esposa del fallecido político.
Marcos intenta perpetuarse en el poder a través del fraude; pero, ya no era respaldado por el ejército, así que realiza una “visita de Estado” a Hawái, en compañía de su esposa e hijos, mientras en Filipinas asume el poder la que realmente había obtenido la victoria, Corazón Aquino.
Millones y millones de dólares robados
Es importante destacar que, antes de abandonar el Palacio de Malacañán, la dictadura conyugal (nombre que se le daba al matrimonio) no huyó sin nada de Filipinas: hicieron lo posible para llevarse gran parte de la enorme cantidad de bienes materiales que habían “recaudado” con los años. Y esto, por supuesto, sin contar las cantidades millonarias que tenía la pareja presidencial en los bancos suizos.
Además de la represión y la muerte, lo que más ha llamado la atención es la gran cantidad de dinero que se hurtó a los filipinos, cifra que ronda entre los 10 mil millones y 30 mil millones de dólares robados. Posteriormente, los gobiernos sucesores han intentado recuperar parte de este dinero con el fin de indemnizar a las víctimas.
Sin embargo, ¿a dónde fue a parar este dinero? Y siendo más banales… ¿por qué es relevante el clóset de su esposa?
Los 3 mil zapatos de Imelda Marcos
Si bien la dictadura de Ferdinand Marcos es uno de los períodos más controvertidos de la historia de Filipinas, además del horror y de la represión, uno de los detalles que más se recuerda de esta etapa era la extravagancia y el “glamour” de su esposa, quien cerraba centros comerciales enteros mientras hacía compras que sobrepasaban los 40 mil dólares en un día. Pero esta cifra no era nada…
Mientras la situación económica estaba desmejorando, los tagalos tenían que ver cómo Imelda Marcos, la polémica primera dama, intentaba convertirse en un ícono de la moda, utilizando atuendos extravagantes y joyas absurdamente caras, como el brazalete Bvlgari de 1 millón de dólares que portaba, u otro brillante en particular de su vestimenta valorado en casi 8 millones.
También fue protagonista de una desagradable y famosa anécdota: después de gastar más de 3 millones de dólares en Roma por un original de Miguel Ángel, cuando ya estaba de regreso, ordenó al piloto del avión que regresara a Italia, pues ella había olvidado comprar queso.
Pero sin lugar a dudas, la información que más se difundió, fue el descubrimiento que se hizo una vez abandonaron la residencia oficial: si bien el matrimonio hizo lo posible por llevarse sus preciados –y robados- bienes, Imelda no pudo salvar su preciada colección de zapatos, la cual, se estima, alcanzaba la cantidad de 3 mil pares. Imelda, molesta, declaró tiempo después que eran “solamente” 1060 dúos.
Eventualmente, la controvertida política volvió a Filipinas e intentó limpiar la memoria de su marido fallecido en 1989, algo en lo que técnicamente no falló, ya que logró un puesto en el Parlamento y la inclusión de sus dos hijos en la política del país. Incluso, logró trasladar el cadáver de su marido a territorio filipino, algo que Corazón Aquino le aseguró que nunca podría.
Aunque los miles de zapatos parezca lo más bizarro que haya hecho Imelda, la historia la ha comparado a María Antonieta por la famosa (pero falsa) frase de “que coman pastel”, pues cuando se le preguntó a Imelda Marcos por qué vestía así, ella simplemente respondió que su estilo extravagante inspiraba a los pobres a vestirse bien…
Con información de Culture Trip / La Vanguardia / Wikipedia
Imagen portada: Shutterstock
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