Te ha pasado mil veces: terminas de comer, ya sea un almuerzo pesado o una pizza deliciosa, y de pronto, el sueño te invade. La cabeza pesa, los párpados caen, y lo único que quieres es tirarte en el sofá para una siesta rápida. En algunos lugares le llaman el «mal del puerco» o «la hora del burro», en otros simplemente lo achacan a «la sangre que se va al estómago», pero ¿qué hay detrás de esa somnolencia post-comida?
Hoy vamos a adentrarnos en la ciencia detrás de ese sueño que sientes después de comer y cómo el cuerpo regula ese «bajón» que nos da tras un buen banquete.
Escucha «¿Por qué nos da sueño luego de almorzar? • Culturizando» en Spreaker.¿Qué significa que te da sueño después de comer?
Este fenómeno tan común tiene un nombre: somnolencia postprandial. Es la sensación de cansancio que se experimenta después de ingerir alimentos, y aunque culturalmente lo hemos asociado a la abundancia o a las comidas pesadas, la ciencia ha revelado que se trata de un proceso mucho más complejo que involucra nuestras hormonas y niveles de glucosa en sangre.
Pero primero, vamos a derribar un mito. Seguramente has escuchado que el sueño se debe a que “la sangre se va al estómago para ayudar a digerir los alimentos”, ¿verdad? Pues bien, eso no es del todo cierto. Aunque la digestión demanda energía y un mayor flujo sanguíneo hacia el sistema digestivo, nuestro cerebro siempre sigue recibiendo su ración de sangre y oxígeno. Entonces, ¿qué está ocurriendo realmente?
Una comida principal como el almuerzo genera mucho trabajo para el estómago. Para digerir todos los alimentos, el estómago necesita una importante cantidad de energía, lo que provoca cansancio y una sensación de somnolencia.
La hormona detrás del sueño post-comida
El culpable principal de esa somnolencia que sientes después de comer es la glucosa, el azúcar que circula en nuestra sangre tras la digestión de alimentos. Los estudios han demostrado que los niveles elevados de glucosa pueden inhibir la producción de un grupo de proteínas llamadas orexinas. Estas proteínas son las encargadas de mantenernos despiertos y alerta.
Un ligero aumento en los niveles de glucosa puede reducir significativamente la actividad de las neuronas que producen orexina. En palabras más sencillas: cuando comes, especialmente si tu comida es rica en carbohidratos, tu glucosa sube y esto «apaga» esas neuronas que te mantienen despierto, ¡y por eso te da sueño!
Algunas comidas impulsan la producción de insulina más que otras y, a su vez, el exceso de insulina genera que el triptófano (un aminoácido esencial) vaya al cerebro y regule la formación de serotonina y melatonina, hormonas de felicidad y sueño.
¿Es malo que me dé sueño después de comer?
No es algo malo en sí, pero puede ser inconveniente si necesitas estar alerta o continuar con tus actividades diarias. Además, si sientes sueño excesivo después de comer de manera regular, podría ser un signo de que tu dieta está desbalanceada o incluso una señal de alerta sobre problemas de salud como la diabetes.
La somnolencia postprandial, cuando es muy frecuente o pronunciada, puede estar relacionada con niveles inadecuados de insulina, la hormona que regula la glucosa en el cuerpo. Si el sueño viene acompañado de cansancio extremo y se repite cada vez que comes, quizás sea hora de revisar tu dieta o consultar con un profesional de salud.
Las comidas altas en azúcares, como el arroz, la pasta o el pan blanco, incrementan la producción de insulina de forma rápida.
Algunas proteínas halladas en la soya, las espinacas, los huevos y el queso aportan una alta cantidad de triptófano, por lo que también aumentan el sueño después de comer. Las comidas con gran cantidad de grasa también aceleran la producción de insulina, que luego propicia el sueño.
¿Cómo evitar el sueño después de comer?
Afortunadamente, hay formas de mitigar este “bajón” postprandial. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos:
- Elige comidas balanceadas: Los alimentos ricos en carbohidratos y grasas tienden a aumentar los niveles de glucosa más rápidamente. Si incluyes más proteínas y fibra en tu dieta, ayudarás a estabilizar esos picos de glucosa, manteniéndote más despierto.
- Come porciones más pequeñas: Comer en exceso puede sobrecargar tu sistema digestivo, aumentando el efecto de somnolencia. Opta por porciones moderadas y come más seguido si es necesario.
- Evita los alimentos pesados al mediodía: Si sabes que necesitas estar alerta después de comer, opta por una comida ligera y rica en proteínas, como un pollo a la plancha o una ensalada con huevo.
- Muévete después de comer: Un paseo corto después de la comida puede ayudarte a evitar el sueño. El ejercicio suave estimula la circulación y te ayuda a mantenerte despierto.
Sueño después de comer: ¿Cuándo preocuparse?
Si bien el sueño después de comer es completamente normal, si esto se convierte en algo recurrente y afecta tu calidad de vida, podrías estar ante un signo de resistencia a la insulina o incluso diabetes. Los niveles altos de glucosa pueden causar picos y caídas que provocan tanto somnolencia como hambre constante.
Si te preguntas por qué después de comer te da sueño y cansancio extremo, es posible que debas prestar atención a tus niveles de azúcar en sangre. Consulta a un médico si este síntoma se acompaña de otros como sed excesiva, visión borrosa o pérdida de peso inexplicada.
«El mal del puerco»
El «mal del puerco» tiene su base en cómo nuestro cerebro responde a los niveles de glucosa en sangre. Si bien el sueño después de comer es una respuesta natural del cuerpo, pequeños ajustes en tu dieta y hábitos alimenticios pueden hacer una gran diferencia para mantenerte alerta.
Ahora que sabes por qué te da sueño después de comer, ¿qué harás para evitar la próxima siesta involuntaria?
Con información de: Vix | Huffington Post | Foto: Shutterstock
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