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Pink Floyd Parte IV: Nostalgia en la Cima

Pink Floyd Parte IV: Nostalgia en la Cima

Para 1974, Pink Floyd habían logrado mucho más de lo que buscaban, tenían fama, fortuna, así como el apoyo de la crítica y público por igual. Así que antes de la gira de Dark Side Of The Moon, la banda decide comenzar un extraño proyecto experimental llamado Household Objects.

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Este proyecto buscaba crear música a partir de objetos comunes de uso cotidiano dentro de un hogar.

De las sesiones de grabación de Household Objects, sólo se salvó un tema ejecutado con un grupo de copas que vendría a ser la pieza que abre lo que sería su próximo trabajo “Wish You Were Here”.

Durante la gira de 1974, la banda comenzó a componer su próximo trabajo, en principio, solo por demostrarle a algunos pocos detractores su posición como banda. Hay que tener en cuenta de que Pink Floyd era una banda de músicos que no estaban para nada interesados en la industria musical, así que luego de su superéxito con el “Dark Side Of The Moon”, se alejaron de la prensa, que comenzó a tomar una postura crítica pro-Barrett.

La primera semana de 1975, una banda muy distinta entró a los estudios Abbey Road. Ya lo tenían todo, fama y fortuna, así que Pink Floyd se encontró en una encrucijada existencial, ¿Por qué seguir?, ¿Quiénes somos?.

Es ante estas situaciones, que Roger Waters crece como líder natural de la banda. Su descontento con la industria y la nostalgia pasan a ser los temas del álbum. Con unas letras que van desde lo hermoso (Wish you were here) hasta la crítica a las disqueras (Have a cigar)

El primer tema “Shine on you Crazy Diamond”, abre con una parte instrumental de 8 minutos, construida sobre la antes mencionada pieza tocada con una serie de copas, a las que se les deslizaba un dedo húmedo. Pasando luego a la parte cantada en donde se expresa el sentimiento de nostalgia existente dentro de la banda. Una banda en la cual ya no eran amigos entrañables, sino un grupo de adultos con un proyecto muy exitoso a cuestas, así como la nostalgia por la pérdida de Barrett.

A este le siguen “Welcome to the Machine” y “Have a Cigar”, ambos críticas a la industria musical, que en ese momento los mimaba y adoraba, debido al éxito de su álbum anterior. Como dato curioso, esta última es la única canción del catalogo de Pink Floyd cantada por alguien externo a la banda, el músico amigo de ellos Roy Harper.

A estas le sigue “Wish you were here”, en la que vuelve el tema de la nostalgia, tanto por la ausencia de Barret, como por esa inocencia perdida por la entonces banda más grande del mundo.

El disco cierra con la repetición de “Shine on” extendida, y que le da un aire de melancolía insuperable a este disco.

Uno de los momentos más significativos de las sesiones de grabación de “Wish you were here” ocurrió el 5 de junio de 1975.

Ese día Gilmour se unió en matrimonio por primera vez, además de ser el día previo a la segunda gira estadounidense de la banda ese año.

Pink Floyd se encontraba completando el proceso de mezcla de «Shine On», cuando un hombre con sobrepeso, la cabeza y cejas afeitadas y con una bolsa de plástico en la mano entró en los estudios.

Waters en un principio no le reconoció, Wright tampoco sabía quién era. Supuso que era un amigo de Waters y le preguntó al respecto, antes de darse cuenta de que era Syd Barrett.

Gilmour pensó inicialmente que era un empleado de EMI, mientras que Mason tampoco le reconoció; diciendo que se sintió «horrorizado» cuando Gilmour se lo dijo.

Waters estaba visiblemente afectado por ver el estado de Barrett, a quién preguntó cómo podía haber ganado tanto peso. Barrett dijo que tenía un refrigerador muy grande en la cocina, y que había estado comiendo muchas chuletas de cerdo.

También mencionó que estaba listo para aportar a la banda, aunque al escuchar la mezcla de «Shine On» mencionó que no entendía la relevancia del tema dentro de su propia difícil situación.

Se unió a los invitados de la boda de Gilmour en la cafetería de EMI, aunque se marchó sin siquiera despedirse. Ningún miembro de la banda lo volvió a ver. Barret moriría en 2006.

Aunque las letras ya estaban acabadas, la presencia de Barrett ese día en los estudios puede haber influido en la parte final de la canción -ejecutada por Wright, se oye el estribillo de «See emily play» hacia el final del álbum.

“Estoy muy triste por lo de Syd. Por supuesto que era importante y la banda nunca hubiese comenzado sin él porque componía todo el material. No podía haber ocurrido sin él pero, por otro lado, no podíamos haber seguido con él. «Shine On» realmente no trata sobre Syd -él es sólo un símbolo para todos los extremos de ausencia que algunas personas han de consentir porque es la única manera que pueden soportar lo jodidamente triste que es la vida moderna, para retirarse completamente. Lo encontré terriblemente triste”.

Roger Waters

Una colaboración exclusiva de @elchevequebb para @Culturizando

Pink Floyd Parte I: La Psicodelia de Syd Barret
Pink Floyd Parte II: La Experimentación
Pink Floyd Parte III: Fama, Fortuna y un puesto en la Historia

Pink Floyd Parte IV: Nostalgia en la Cima

 

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