Se ha calculado que si un copista transcribiera toda la obra musical de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) emplearía unos 25 años en completar la tarea, trabajando 10 horas por día. Mozart es el compositor más precoz y más rápido que ha existido.
A la edad de trece años, durante un viaje a Nápoles con su padre, visitó Roma y allí escuchó el Miserere de Allegri en la Capilla Sixtina. Esta obra sólo podía ser ejecutada allí y estaba prohibido copiarla o reproducirla bajo pena de excomunión. Mozart fue capaz de transcribirla de memoria en una sola audición, escribiéndola después al llegar a sus alojamientos.
Compuso su ópera «La clemencia de Tito» en sólo 18 días y en otra ocasión compuso, transcribió, ensayó y estrenó en sólo 5 días su sinfonía en Do mayor (Kegel 425), conocida como «Linz».
Una colaboración de @YoeSpinoza para @LaNotaCuriosa
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