El monstruo del lago Ness, familiarmente llamado Nessie, es el nombre de una criatura legendaria que se dice habita en el lago Ness, un profundo lago de agua dulce (conocido en Escocia como Loch Ness) cerca de la ciudad de Inverness. Junto con Big Foot y el Yeti, Nessie es quizá el «misterio» más difundido de la criptozoología.
La mayoría de los científicos y otros expertos afirman que las pruebas que apoyan la existencia de Nessie no son convincentes, y consideran dichos informes fraudes o identificaciones erróneas de criaturas reales. Si es que existe, es posible fuera un antiguo reptil marino, aunque puede ser que ya se haya extinguido.
Los rumores de un presunto gran animal o monstruo que mora en el lago han circulado durante siglos desde hace 1.500 años, aunque la precisión, credibilidad y veracidad de tales historias siempre se ha cuestionado. Muchos habitantes locales argumentan a favor de su existencia, sin embargo algunos escépticos sugieren que estos rumores de Nessie existen en su gran mayoría para favorecer a la industria del turismo y al folclore local.
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Escucha «¿Existe el monstruo del lago Ness? • Misterios – Culturizando» en Spreaker.La historia de los supuestos avistamientos y la creación del mito del Monstruo del lago Ness, sería la siguiente:
La más antigua referencia conocida sobre una misteriosa criatura presente en el río y lago Ness, sería el relato de la Vida de San Columba, donde se describe cómo en el año 565 San Columba habría salvado a alguien que supuestamente estaba siendo atacado por un monstruo en el río Ness. Sin embargo, muchos críticos han cuestionado la credibilidad de esta historia, pues existe otra historia con características fantásticas, donde se dice que Columba habría matado a un hombre salvaje tan sólo con el poder de su propia voz.
Igualmente algunas personas han asociado como primeras referencias, a antiguas leyendas locales sobre unos míticos caballos acuáticos llamados kelpies; que se dicen habitarían en las profundidades de este lago. En ambas referencias se destaca que a estas criaturas no se les atribuyen las mismas características anatómicas que actualmente se les atribuye al Monstruo del lago Ness.
La primera descripción moderna sucedió en 1868. Un artículo publicado ese año en el Inverness Courier, es el primero en referirse sobre rumores acerca de la existencia de un «pez enorme u otra criatura» en la profundidad de las aguas. Luego de pasar muchos años; en 1930, el periódico El Northern Chronicle, publicó una noticia titulada «Una extraña experiencia en el lago Ness» en la que se detalla la historia de dos pescadores que se refieren a un animal que produjo un gran remolino cerca de Tore Point.
En 1932, K. MacDonald afirmó que había visto a una criatura similar a un cocodrilo remontando el río Ness.
El artículo definitivo sobre la teoría del monstruo del lago Ness, fue el avistamiento que habría tenido lugar el 2 de mayo de 1933. El periódico Inverness Courier publicó la noticia de una pareja local que dijo haber visto «un enorme animal rodando y hundiéndose en la superficie». El informe del «monstruo» (título elegido por el editor del Courier) se convirtió en una sensación entre los medios. Las editoriales de Londres comenzaron a enviar reporteros a Escocia, e incluso un circo ofrecía una recompensa de 20.000 libras esterlinas por la captura del monstruo.
Más tarde ese mismo año, A.H. Palmer, quien atestiguó un avistamiento de Nessie el 11 de agosto de 1933, a las 07:00 AM, describió a la criatura como teniendo su cabeza —a la que consideró como estando de frente— al ras del agua. Su boca, que tenía una anchura de entre doce y dieciocho pulgadas (30 a 45 centímetros), se abría y cerraba; la abertura máxima de su boca era estimada en cerca de seis pulgadas (15 centímetros). Hasta este momento los periódicos hablaban simplemente de un pez misterioso o extraña criatura, y no se referían a la criatura como un ser prehistórico. Siendo descrito por primera vez como un monstruo prehistórico, por una pareja de turistas (los Spicer), poco después del estreno de la mundialmente famosa película King Kong, que en esos años sumergió al público en una auténtica «monstruomanía» a través de todo el mundo.
La preocupación moderna por la criatura, ya conocida como un monstruo prehistórico del Lago Ness, fue despertada por la fotografía presuntamente tomada por el cirujano R.K. Wilson el 21 de abril de 1934, que parecía mostrar a una enorme criatura de cuello largo que se deslizaba a través del agua. Décadas más tarde, el 12 de marzo de 1994, Marmaduke Wetherell afirmó haber falsificado la fotografía tras ser empleado por el periódico Daily Mail para encontrar a Nessie; indicando también que Wilson no habría tomado la foto, y que su nombre fue utilizado solamente para darle más credibilidad a la misma. Sin embargo y a pesar de la confesión, esta foto ya había sido difundida por todo el mundo como una «evidencia absoluta»; lo cual colocó definitivamente en la cultura popular, la leyenda del Monstruo del lago Ness de Escocia.
¿Fue Nessie un monstruo para una película?
Según una publicación del diario ABC de España, una cámara submarina ha filmado al monstruo. Y se confirmó lo que muchos habían declarado, Nessie no es más que una farsa. Se trata de un monstruo marino construido por Billy Wilder para su película La vida privada de Sherlock Holmes, protagonizada por Robert Stephens y por Christopher Lee. La figura, de 9 metros de largo fue construida en 1969.
Adrian Shine, experto en el lago Ness, contó que la forma, medidas y la ubicación coinciden con el monstruo creado para tal película. El robot, operado por la empresa noruega Kongsberg Maritime, está siendo utilizado para investigar lo que yace en el fondo del lago, según informa la «BBC».
En el lago se desarrolla un proyecto que reúne información científica sobre la ecología del lago y el potencial de que exista un monstruo. «Hemos encontrado un monstruo, pero no el que tanta gente podría imaginar», dijeron los responsables. «El hallazgo consta de un cuello y dos jorobas», y fue llevado hasta el muelle para poder rodar la película en el 69.
Al director, que no le gustaban las jorobas, pidió que se las quitasen, a sabiendas de que podía afectar a la flotabilidad de la construcción. Efectivamente, sucedió lo inevitable y Nessie se hundió en las profundidades del lago.
A pesar de los hallazgos, el misterio del monstruo del lago Ness sigue vigente y rodeado de interrogantes, hasta ahora, sin respuestas.
Con información de: 20 minutos | ABC | BBC | Foto: Lago Ness Shutterstock
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