Era un 18 de junio de 1967, ya la hazaña había sido realizada unos meses antes durante un concierto en Londres, en esa ocasión la «víctima» fue una Fender Stratocaster de 1965, que resultó dañada en el cuello, y hace pocos años fue subastada por un millón de dólares.
No cualquier guitarra sobrevive a las llamas de Jimi Hendrix. Esta segunda víctima no contaría con tanta suerte y ardió en el escenario no sin antes inmortalizarse en la memoria de todos los que estuvieron presentes en el Monterey Pop Festival.
https://www.youtube.com/watch?v=OrQ2fUfCDXY
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