Marino y estudioso de la naturaleza, Plinio (23-79) fue el autor de Historia Natural, un libro clave en la ciencia antigua. Fue su afán de conocer lo que le mató.
El 24 de agosto de 79, cuando se produjo la erupción del Vesubio que sepultó a Pompeya y Herculano, Plinio se encontraba en Miseno. Queriendo observar el fenómeno más de cerca, atravesó con sus galeras la bahía llegando hasta Estabia (actual Castellammare di Stabia), donde murió, posiblemente asfixiado, a la edad de 56 años.
Si te aproximas a un volcán –el Vesubio, en este caso–, tienes asma y 56 años, es probable que te dé una crisis y mueras.
El relato de la estremecedora erupción que acabó con Pompeya y Herculano, y la muerte de Plinio, nos ha llegado gracias a su sobrino, Plinio el Joven, quien, más listo, optó por huir de la explosión.
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