La Ley Seca en los Estados Unidos fue formulada en 1917, estuvo vigente por 14 años, desde 1919 hasta 1933, y prohibía la fabricación, venta y transporte de bebidas alcohólicas.
En 1917 el Congreso aprobó la enmienda XVIII a la Constitución, que consideraba ilegal el consumo de este tipo de bebidas en el territorio estadounidense. En 1919 la enmienda fue ratificada por 36 de los 48 estados de la unión, y en octubre de ese mismo año se aprueba la Ley Volstead, haciendo ilegal el consumo de alcohol en todos los estados.
La intención de la Ley Volstead era crear una sociedad más sana y menos violenta. Andrew Volstead, patrocinador de esta ley, aseguraba que la ley reduciría los niveles de crímenes y corrupciones en la época.
El alcohol se siguió vendiendo clandestinamente. Existía una gran demanda y las bandas criminales ofrecían las bebidas a precios muy altos, estos ingresos les permitieron crecer y expandirse en varios estados. Todas estas actividades ilegales incrementaron la corrupción y enfrentamientos entre distintas bandas, generando gran violencia.
Al Capone tuvo su auge con este tipo de actividades. Mediante la corrupción pudo tener gran influencia en los barrios de Chicago, vendiendo drogas y alcohol. Los delincuentes tomaron control sobre la venta ilegal del alcohol y fueron los culpables de muchos de los asesinatos y robos de la época.
Los hechos ocurridos durante los años de Ley Seca fueron prueba de lo ineficaz de esta misma. Treinta mil personas murieron a causa de envenenamiento por adulteración del alcohol y hubo cuarenta y cinco mil detenidos por traficar y ser parte de organizaciones criminales.
En 1929 se hizo obvio el fracaso de la ley debido al aumento de la corrupción y delincuencia y en 1933, al abolir la ley, los niveles de violencia bajaron.
Una colaboración de Michelle González @michelle9790 para @Culturizando
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