En 1939, el músico californiano Ernest Vincent Wright publicó la novela Gadsby (de unas 50.000 palabras) escrita con la curiosa premisa de no contener ni una sola letra E.
Treinta años después, en 1969, apareció la novela francesa ‘La desaparición’, que igualmente, tampoco contiene en todo su texto la letra E. Por su parte, Jacob Thurber escribió en una ocasión una historia ficticia de un país inexistente en el que no se permitía emplear la vocal O.
Por Ángel Daniel Fernández @andafero
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