El 24 de febrero de 1968, el telón de la Deutsche Oper de Berlín se alzó 165 veces consecutivas para que el tenor italiano Luciano Pavarotti recibiera los aplausos del público, que duraron una hora y siete minutos, tras su interpretación del papel de Nemorino en la ópera L’elissir d’ amore, de Gaetano Donizetti.
El 5 de julio de 1983, el telón del Teatro del Estado de la Ópera de Viena se alzó 83 veces para que el tenor español Plácido Domingo recibiera los aplausos del enfervorizado público, que duraron una hora y treinta minutos, tras su interpretación de La Bohème de Giacomo Puccini.
Por Ángel Daniel Fernández @andafero
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