Muchas de las leyendas se quedan en eso, simples mitos e historias fantásticas sacadas de la imaginación. La historia del videojuego de ‘E.T., el extraterrestre’ es diferente, contando con una gran leyenda que resultó ser cierta.
El éxito cinematográfico
El 10 de junio de 1982 se estrenó E.T., el extraterrestre, película dirigida por Steven Spielberg que narra la historia de cómo un alienígena entabla una relación de amistad con un niño para luego encontrar la manera de regresar a su hogar.
La cinta fue un éxito rotundo, se convirtió en un clásico instantáneo. Fue nominada a nueve Oscar y ganó cuatro. Hoy sigue maravillando al público.
A raíz de todo el éxito, la emergente industria de los videojuegos se interesó en desarrollar un producto basado en la cinta. Atari desembolsó 21 millones de dólares para obtener los derechos y contrató a Howard Scott Warshaw -quien había programado el juego de Los cazadores del arca perdida– para diseñar el producto.
Warshaw trabajó contrarreloj. Atari quiso desarrollar el juego en tan solo cinco semanas -cuando el tiempo estipulado para la programación es entre seis y ocho meses- y así aprovechar el éxito reciente de la cinta. El poco tiempo afectó en gran medida la calidad del videojuego.
En diciembre de 1982 salió al mercado el juego. El extraterrestre debía superar varios niveles en los que buscaría piezas para armar un aparato de comunicaciones que le permitirá contactar con su planeta. Los gráficos y la jugabilidad eran muy pobres, por los que el producto estuvo lejos del éxito de la cinta.
El peor videojuego de la historia
Atari tenía fe ciega en que el videojuego aprovecharía el éxito de la película y lo replicaría. La compañía ordenó cuatro millones de copias, y si bien en un inicio se vendió bien, su pobre calidad pesó y bajó de manera drástica las ventas. Tan solo 1,5 millones de copias fueron vendidas.
El fracaso del juego llevó a Atari a una crisis que concluiría con su venta en 1984. Desde entonces, muchas leyendas se especularon sobre dónde estaban las 2,5 millones de copias restantes. Se comentaba que Atari quiso deshacerse de todos los rastros que tenía del juego y enterró los cartuchos en un desierto de Nuevo México.
La leyenda fue una de las más importantes de la cultura popular por más de 30 años. Se especuló muchísimo sobre lo que ocurrió tras ese oscuro capítulo en la historia de los videojuegos… y en 2014 se descubrió la verdad.
Las productoras Fuel Entertainment y LightBox, en asociación con Microsoft, realizaron excavaciones en el desierto de Alamogordo y hallaron las copias perdidas del videojuego… Así E.T., el extraterrestre se situó no solo como uno de los peores juegos en la historia… también fue pieza clave de una de las pocas leyendas que alcanzan un tope masivo de popularidad… y que resultan ser ciertas.
Con información de Europapress / As / BBC / Foto: Shutterstock
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