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La Historia de: El Necronomicón

La Historia de: El Necronomicón

El Necronomicón (en griego νεκρονομικόv) es un grimorio -libro mágico- ficticio, ideado por el escritor estadounidense Howard Phillips Lovecraft, uno de los maestros de la literatura de terror y ciencia ficción.

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En una carta de 1937 dirigida a Harry O. Fischer, Lovecraft revela que el título del libro se le ocurrió durante un sueño. Una vez despierto, hizo su propia interpretación de la etimología: a su juicio significaba «Imagen de la Ley de los Muertos».
Según H.P. Lovecraft, el Necronomicón es un libro de saberes arcanos y magia ritual cuya lectura provoca la locura y la muerte. Pueden hallarse en él fórmulas olvidadas que permiten contactar con unas entidades sobrenaturales de un inmenso poder, los Antiguos, y despertarlas de su letargo para que se apoderen del mundo, que ya una vez fue suyo.
Se supone que esta dividido en cuatro libros:
I.- Cuenta las grandezas de los Primigenios y sus legiones; y el esplendor de los Dioses.
II.- Habla sobre lo acontecido en el año de la muerte y el temido Nyarlathotep.
III.- Narra acerca de la magia, de sus rituales, y secretos.
IV.- Aquí se describe lo escrito en el Libro del Destino, que anuncia lo que sucederá en la sagrada Orden.
Quizás la cita más famosa del Necronomicón en la narrativa de Lovecraft es ésta:
«Que no está muerto lo que yace eternamente, y con los eones extraños incluso la muerte puede morir».
El Necronomicón aparece en gran parte de los escritos de Lovecraft, que cita también otros libros de magia, como “De vermis mysteriis” (en latín, «Sobre los misterios del gusano») y “Le culte des goules” (que en francés quiere decir «El culto de los gules»), atribuido al Conde D’Erlette (un guiño a August Derleth, miembro del «Círculo de Lovecraft»).
Otros de los libros, reales o no, que aparecen en las ficciones de Lovecraft son: los fragmentos o manuscritos pnakóticos; “Image du Monde”, de Gauthier de Metz y «El gran dios Pan» de Arthur Machen.
En 1927, Lovecraft escribió una breve nota sobre la autoría del Necronomicón y la historia de sus traducciones, que fue publicada en 1938, tras su muerte, como “Una historia del Necronomicón”.
Según esta obra, el libro fue escrito con el título de Kitah Al-Azif (en árabe: «el rumor de los insectos por la noche», rumor que en el folclore arábigo se atribuye a demonios como los djins y gules) alrededor del año 738 d.C. por el poeta árabe Abdul Al-Hazred (cuyo nombre original podría haber sido Abdala Zahr-ad-Din, o Siervo-de-Dios-Flor-de-la-Fe), de Saná (Yemen). Se dice que Alhazred murió a plena luz del día devorado por una bestia invisible delante de numerosos testigos, o que fue arrastrado por un remolino hacia el cielo.
Lovecraft abunda en datos para hacer verosímil la existencia del libro. Por ejemplo cita como uno de sus compiladores a Ibn Khallikan, erudito iraní o árabe que existió realmente.
También cuenta que hacia el año 950 fue traducido al griego por Theodorus Philetas y adoptó el título actual griego, Necronomicón. Tuvo una rápida difusión entre los filósofos y hombres de ciencia de la Baja Edad Media. Sin embargo, los horrendos sucesos que se producían en torno al libro hicieron que la Iglesia Católica lo condenara en el año 1050.
En el año 1228 Olaus Wormius tradujo el libro al latín, en la que es la versión más famosa, pues (siempre según la ficción lovecraftiana) aún quedan algunos ejemplares de ella, mientras que los originales árabe y griego se creen perdidos.
A pesar de la persecución, según Lovecraft se realizaron distintas impresiones en España y Alemania durante el siglo XVII. Supuestamente, se conservarían cuatro copias completas: una en la biblioteca Widener de la Universidad de Harvard, dentro de una caja fuerte; una copia del siglo XV, en la Biblioteca Nacional de París; otra en la Universidad de Miskatonic en Arkham (EEUU) y otra en la Universidad de Buenos Aires. Además, quedarían algunos fragmentos dispersos en Simancas.
Sobre el carácter ficticio del libro, Lovecraft escribió lo siguiente:
Ahora bien, sobre «los libros terribles y prohibidos», me fuerzan a decir que la mayoría de ellos son puramente imaginarios. Nunca existió ningún Abdul Alhazred o el Necronomicón, porque inventé estos nombres yo mismo. Luwdig Prinn fue ideado por Robert Bloch y su De Vermis Mysteriis, mientras que el Libro de Eibon es una invención de Clark Ashton Smith. Robert E. Howard debe responder de Friedrich von Junzt y su Unaussprechlichen Kulten…. En cuanto a libros escritos en serio sobre temas oscuros, ocultos, y sobrenaturales, en realidad no son muchos. Esto se debe a que es más divertido inventar trabajos míticos como el Necronomicón y el Libro de Eibon.”
De hecho, el famoso árabe loco Abdul Alhazred no es más que un apodo que él mismo se puso en la infancia, inspirado en la reciente lectura de Las mil y una noches (Alhazred = all has read, el que lo ha leído todo).
Lovecraft logró hacer un excelente engaño al aportar datos respecto al Necronomicón. Por ejemplo, señalaba que quedaban muy pocos ejemplares de tal libro «prohibido» y «peligroso». En el cuento «El horror de Dunwich» se ubican ejemplares en la Universidad de Buenos Aires, en la Biblioteca de Widener de Harvard, la Biblioteca Nacional de París, en el Museo Británico y en la inexistente Universidad de Miskatonic en la ciudad de Arkham (que aparece repetidamente en los cuentos de Lovecraft). Tanto es así que muchos creen efectivamente en la existencia de tal libro y se han dado casos de sujetos estafados al comprar los supuestos «originales» del Necronomicón.
Sin lugar a dudas, este libro tiene la fama de dar pie a las más grandes confusiones. Se pueden encontrar páginas en internet que pretenden desvelar sus misterios y hasta lugares donde se ofrece a la venta. Es frecuente que se cometan estafas, ofreciendo «ejemplares del Necronomicón» réplicas de grimorios medievales.
August Derleth cuenta en su artículo «The Making of a Hoax» cómo en la publicación «Antiquarian Bookman» aparece un anuncio, en 1962, que dice:

Alhazred, Abdul. Necronomicón, España 1647. Encuadernado en piel algo arañada descolorida, por lo demás buen estado. Numerosísimos grabaditos madera signos y símbolos místicos. Parece tratado (en latín) de Magia Ceremonial. Ex libris. Sello en guardas indica procede de Biblioteca Universidad Miskatonic. Mejor postor.

En el mismo artículo se cuenta que una vez un estudiante gastó la broma de incluir su ficha en el registro de la Biblioteca General de la Universidad de California, en la sección BL 430, dedicada a las religiones primitivas. Así el Necronomicón fue pedido insistentemente (incluso por profesores). Se dice que Jorge Luis Borges creó una ficha sobre el mismo en la Biblioteca Nacional de Argentina, así como que en el catálogo de la Biblioteca de Santander (España) aparecía también una versión latina del libro.
Numerosos escritores y artistas han intentado hacer realidad esta ficción, con lo que se han publicado muchos libros con este título. Normalmente se procura mantener el misterio y en el mismo libro no se incluyen aclaraciones explicando que es falso. Algunos de estos necronomicones son simples listados de los primigenios más conocidos, junto a símbolos y oraciones sin significado imitando burdamente el estilo de Lovecraft, pero existen también algunos muy cuidados, valiosos y dignos de colección.
Por problemas de derechos de autor, algunos de ellos no contienen las frases que Lovecraft inventó como citas del Necronomicón en sus relatos.
El extraordinario dibujante H. R. Giger publicó una recopilación de sus dibujos bajo el título “Giger’s Necronomicon”, en dos volúmenes, en una edición muy cuidada pensada para coleccionistas (encuadernados en piel negra, 666 ejemplares, con un holograma escondido).
La editorial española La Factoría de Ideas ha publicado también con este título un libro de relatos escritos por seguidores de Lovecraft. Cabe destacar el Necronomicón de Donald Tyson (publicado en 2004 por Edaf), escrito como la biografía en primera persona de Abdul Alhazred, siguiendo el estilo literario de los escritores árabes, y que recoge y explica todos los mitos y ciudades que aparecen en los relatos de Lovecraft, incluyendo la explicación del origen del mundo con el estilo trágico de Lovecraft.
La Novena Puerta: en la película La Novena Puerta, de Roman Polanski y protagonizada por Johnny Depp, el libro que en la película aparece «De Umbrarum Regni Novem Portis» está supuestamente inspirado en el Necronomicón, y también se afirma que el Demonio es el autor del Necronomicón. La película esta basada en la novela del escritor español, Arturo Pérez-Reverte, titulada «El club Dumas».
The Evil Dead una cinta de terror (humor negro), dirigida por Sam Raimi y protagonizada por el actor Bruce Campbell. La trama se desarrolla con unos jóvenes que encuentran un extraño libro, que resulta ser el «Libro de los Muertos» y que está encuadernado en piel humana, escrito con sangre y sus páginas contienen fórmulas y rituales para devolver a la vida una serie de entidades malignas. En las secuelas de la película: Terroríficamente Muertos y El Ejército de las Tinieblas sigue teniendo gran relevancia el Necronomicón.
Hellboy (película) película dirigida por Guillermo del Toro y protagonizada por Ron Perlman. La cabecera de la cinta nos ofrece la cita: «En las regiones más frías del espacio, las monstruosas entidades Ogdru Jahad, permanecen dormidas en su prisión de cristal esperando para reclamar la Tierra… y quemar los Cielos. (Des Vermis Mysteriis, página 87). Toda la cinta recoge aspectos del mundo paranormal y hacia el final de la misma se puede ver el horror tentacular emergiendo desde su prisión de cristal y accediendo por el portal hacia la tierra.
En fin, con el Necronomicón, Lovecraft no creo un simple libro de horror, creó una leyenda que ha cobrado vida propia.
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