El papel de calco (también llamado papel carbón) es una lámina que permite hacer copias simultáneamente al utilizar máquinas de escribir, impresoras de impacto o simplemente escritura a mano.
Este método de copia – inventado el 7 de octubre de 1806 por Pellegrino Turri- trae impregnado tinta, cera o carbón (de ahí el nombre papel carbón) por una de sus caras, la que se traspasa a una nueva hoja bajo la presión que ejerce la máquina de escribir o el lápiz, al colocar el papel de calco entre la hoja original y la hoja donde se hará la copia.
Dado que actúa bajo presión no es útil para realizar demasiadas copias. Sin embargo, hay que señalar que su origen no está, ni mucho menos, dilucidado del todo: en 1592, el escritor llerenense Luis Zapata de Chaves y Portocarrero escribía en su miscelánea conocida como: «Invención de agora» que era tinta en polvo, que se podía llevar secreta en un lienzo o en un papel sin derramarse, y que, echándolo en un plato o en cualquier vaso y encima un poco de agua, se tornaba tinta negra y fina.
En inglés, a la copia creada se le llama carbon copy (copia de carbón). En la actualidad se continúa usando este concepto en los sistemas de correo electrónico al señalar con las siglas «CC» que se trata de una copia de un original.
Foto: Papel carbón / Shutterstock
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