Las conclusiones de la encuesta XLS Medical llevada a cabo por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y realizada a 2.314 personas (99% mujeres y 1% hombres), han revelado que cuando se forma una pareja se pueden ganar hasta 4,5 kilogramos. Avalado por los resultados del 81% de los participantes.
¿Por qué se coge peso? Fundamentalmente por tres motivos: el período de relajación que sigue al enamoramiento intenso, las discusiones y, posteriormente, el período de embarazo. Respecto al primero, el 73% de las encuestadas considera que controlar el peso es muy importante cuando se está buscando pareja; sin embargo, este porcentaje baja al 68% cuando ya está consolidada la relación, lo que indica que “cuando se está en mitad de una relación se tiene mucha menos conciencia de lo importante que es mantener el peso idóneo” explica Víctor Godoy, coautor del estudio.
Las discusiones o las rupturas también son motivo de comer sin necesidad (de hecho el 51% acude a los dulces o similares), y por tanto, para engordar o ganar peso. “La mayoría de las veces no comemos porque necesitamos alimentarnos, sino por otros muchos impulsos que nos llegan en cada momento”, aclara Godoy.
Cuando una relación está consolidada, el picoteo por la tarde o después de la cena es mucho más frecuente que cuando se está buscando pareja. De la misma forma, otra de las conclusiones del estudio es que cuando se está soltero o en búsqueda de pareja, la vida social es mucho más fluida y continua que cuando la relación está asentada o cuando se produce una ruptura.
Respecto al peso, al 92% de las encuestadas le gustaría perder peso sin importar la etapa sentimental en la que se encuentren. “Es fundamental llevar un control del peso corporal pero no es necesario hacerlo semanalmente, se recomienda una vez al mes”, explica Carmen Pardos, coautora del estudio.
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