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La catástrofe de Aberfan: el “derrumbe negro” que sepultó una escuela y mató a 116 niños

La catástrofe de Aberfan: el “derrumbe negro” que sepultó una escuela y mató a 116 niños

Lo que parecía una mañana cualquiera en el pueblo minero de Aberfan se convirtió en una pesadilla cuando toneladas de lodo y escombros descendieron sobre la escuela. Descubre cómo este desastre cambió para siempre la historia de Gales.

El 21 de octubre de 1966, el pequeño pueblo minero de Aberfan, en Gales del Sur, fue testigo de una de las tragedias más devastadoras de la historia moderna del Reino Unido. Lo que comenzó como un día normal para los habitantes de este tranquilo lugar, terminó en una catástrofe que cobró la vida de 144 personas, incluyendo 116 niños. Esta es la historia del «derrumbe negro» de Aberfan, una tragedia que dejó cicatrices profundas y eternas en la comunidad.

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¿Qué fue la catástrofe de Aberfan?

La catástrofe de Aberfan fue un desastre ocurrido cuando un enorme montón de desechos de carbón, acumulado en la ladera de una montaña, se deslizó a causa de las lluvias intensas. Este alud de lodo y escombros descendió sobre el pueblo a una velocidad aterradora, sepultando la escuela primaria Pantglas y varias casas cercanas. La mayoría de las víctimas eran niños que habían comenzado sus clases hacía tan solo unos minutos.

La tragedia no solo marcó la pérdida irreparable de vidas humanas, sino que también reveló la negligencia de las autoridades responsables de la gestión de los residuos de la minería. Aberfan pasó de ser un pueblo minero más a ser un símbolo de dolor y de lucha por la justicia.

Aberfan en los días inmediatamente posteriores al desastre, mostrando la magnitud del desprendimiento de escombros.

¿Qué pasó con Aberfan? El día del desastre

En la mañana del 21 de octubre de 1966, todo parecía seguir su curso habitual en Aberfan. Sin embargo, hacia las 9:15 a.m., una masa de lodo y desechos de carbón, de casi 110.000 metros cúbicos, se desprendió de una de las escombreras ubicadas en la ladera de la montaña. Este enorme «derrumbe negro» avanzó rápidamente hacia el pueblo, destruyendo todo a su paso.

El flujo de lodo golpeó directamente la escuela primaria Pantglas, donde cientos de niños estaban en sus aulas. La fuerza del alud hizo colapsar el edificio, atrapando a los pequeños bajo toneladas de barro y escombros. Los gritos de los niños y maestros que quedaron atrapados bajo la masa negra resonaron en todo el pueblo, mientras los vecinos corrían desesperados para intentar rescatar a sus seres queridos.

La escena era desgarradora: padres cavando con sus propias manos para tratar de encontrar a sus hijos, mientras el tiempo se agotaba rápidamente. Las primeras horas fueron cruciales, pero la magnitud del desastre hizo que las operaciones de rescate fueran extremadamente difíciles. Finalmente, el alud dejó un saldo de 144 muertos, de los cuales 116 eran niños de entre 7 y 10 años.

Rescate de niña de escuela; no se encontraron sobrevivientes después de las 11:00 am

Aberfan: la tragedia que sepultó a una escuela y destrozó una comunidad

La tragedia de Aberfan no fue un accidente fortuito; había señales claras de que algo así podría ocurrir. Desde años antes, la comunidad había expresado preocupaciones sobre la seguridad de las escombreras, que se encontraban peligrosamente cerca de las zonas residenciales. A pesar de las advertencias, la Junta Nacional del Carbón (National Coal Board, NCB), encargada de supervisar las minas, ignoró los riesgos.

Las lluvias intensas que precedieron al desastre saturaron la escombrera, lo que debilitó su estructura y provocó el derrumbe. Los habitantes de Aberfan no solo perdieron a sus seres queridos, sino que también se enfrentaron a la indignación de saber que esta tragedia pudo haberse evitado.

Los arcos blancos del cementerio de Bryntaf, Aberfan, que marcan las tumbas de los niños que murieron en el desastre.

¿Por qué se ignoraron las advertencias?

El gobierno y la Junta Nacional del Carbón se encontraron en el centro de la polémica después del desastre. Durante la investigación oficial, se reveló que la NCB había recibido informes sobre la inestabilidad de las escombreras años antes del desastre, pero estos informes fueron desestimados. Incluso se había advertido que la ubicación de la escombrera número 7, la que colapsó, representaba un peligro debido a su proximidad a una corriente subterránea, lo que aumentaba el riesgo de un colapso.

El informe final de la investigación concluyó que la tragedia de Aberfan era consecuencia de la «negligencia culpable» de la NCB. Sin embargo, nadie fue procesado penalmente, ni se impusieron sanciones a los responsables. La comunidad quedó devastada, no solo por la pérdida de vidas, sino también por la falta de justicia.

Las secuelas: el duelo y la lucha por la justicia

Después del desastre, Aberfan se convirtió en un pueblo marcado por el duelo. Las imágenes de los pequeños ataúdes en fila y las lágrimas de los padres resonaron en la conciencia colectiva del Reino Unido. La tragedia dejó una herida profunda en la comunidad, una herida que aún persiste.

La indemnización ofrecida por la NCB fue considerada insuficiente y ofensiva por muchos de los afectados. Los padres de las víctimas tuvieron que luchar durante años para conseguir una compensación adecuada y para que se retiraran las escombreras restantes en Aberfan. Aunque finalmente se logró, los habitantes del pueblo tuvieron que recaudar parte del dinero para cubrir los costos, lo que añadió más dolor a su ya difícil situación.

El proceso de duelo se extendió por años, y la lucha por la justicia fue larga y frustrante. La memoria de los niños fallecidos sigue viva en Aberfan, donde un monumento y un jardín conmemorativo recuerdan a las víctimas de la tragedia.

El impacto de la tragedia de Aberfan en la legislación minera

La tragedia de Aberfan tuvo repercusiones en la legislación sobre seguridad minera en el Reino Unido. El desastre evidenció la necesidad de regular de manera más estricta la gestión de los residuos mineros y de garantizar que las escombreras se ubiquen en lugares seguros. Desde entonces, se han implementado regulaciones más estrictas y se han tomado medidas para evitar que una catástrofe similar vuelva a ocurrir.

Sin embargo, las lecciones aprendidas llegaron demasiado tarde para los habitantes de Aberfan, quienes pagaron el precio más alto. La tragedia sirvió como un llamado de atención sobre los riesgos inherentes a la minería y la importancia de no subestimar las advertencias.

Aberfan hoy: una comunidad resiliente

Más de cinco décadas después, Aberfan sigue siendo un pueblo marcado por el dolor, pero también ha mostrado una increíble capacidad de resiliencia. La comunidad ha encontrado formas de seguir adelante, honrando la memoria de los que se perdieron en el «derrumbe negro». El jardín conmemorativo, que ocupa el lugar de la antigua escuela, es un espacio de reflexión y recuerdo.

Aberfan, en Gales del Sur, ya no es solo un nombre asociado a la tragedia; es un símbolo de la lucha por la justicia y la dignidad. A lo largo de los años, el pueblo ha trabajado para sanar sus heridas, y aunque las cicatrices siguen presentes, su espíritu inquebrantable perdura.

Con información de: Wikipedia / Infobae / BBC

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