El ingeniero, físico e inventor escocés John Logie Baird dedicó muchos años de su vida a investigar sobre cómo transmitir imágenes a distancia y fue en 1924, cuando consiguió transmitir una imagen parpadeante de una Cruz de Malta. Esta fue la primera imagen reconocible por televisión, pero por desgracia su aparato mecánico causaba dolor de cabeza.
Dos años después haría una demostración a un grupo de científicos, retransmitiendo, esta vez, la imagen de una vieja marioneta. Aunque la imagen no era para nada como las de hoy, era válida.
En 1927 retransmite entre Glasgow y Londres una imagen a través del cable telefónico. Un año después, llevó una imagen de Londres a Nueva York, a través de señales de radio y con una pequeña emisora de radio a bordo de un barco transatlántico.
En 1929 ideó un sistema de barrido de imagen de 240 líneas (la primera imagen retransmitida era de sólo 25 líneas) para conseguir que fuera de mejor calidad y más nítida.
Los alemanes precisaron de su ayuda para retransmitir las Olimpiadas de 1936, así los berlineses y ciudadanos cercanos pudieron disfrutar de este acontecimiento.
El ingeniero ruso Isaac Shoenberg logró un sistema electrónico mejor ese mismo año. Y fue otro ruso, Vladimir Zworkykin, quien adaptó un tubo de rayos catódicos para formar y mostrar imágenes.
Sin embargo en 1937 la BBC le tomó la delantera a través de un sistema electrónico que alternaba el sistema de Baird y el tubo de imagen de Marconi, y comenzó a transmitir con regularidad programas de televisión.
Foto: Vintage TV / Shutterstock
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