Dentro de la terminología LGBTIQ+, existe una palabra tan importante como el resto de las que permiten comprender la diversidad sexual y de género. ¡Te invitamos a conocer qué es la heteronormatividad y cómo influye en la vida diaria de las personas!
Origen del término «heteronormatividad»
Antes de definir a la heteronormatividad, es fundamental conocer de dónde se origina la necesidad de emplear un término estrictamente para las conductas de las personas heterosexuales.
La ensayista, poetisa y escritora norteamericana Adrienne Rich, fue una de las figuras más influyentes del movimiento feminista de la segunda mitad del siglo XX en Estados Unidos.
En su ensayo de 1980, titulado Compulsory Heterosexuality and Lesbian Existence o «Heterosexualidad compulsiva y existencia lésbica», explica la importancia de la visibilidad lésbica, así como la estructura de esta orientación sexual y su rol en la literatura universal.
De acuerdo con Rich, quien es considerada una radical en términos del feminismo de su época, las conductas heterosexuales no son naturales a la condición humana, y que por el contrario, estas se fundamentan sobre la base de una institución impuesta por la figura masculina en diversas culturas del mundo, para relegar a la mujer en una posición subordinada.
Asimismo, cinco años antes, la antropóloga Gayle Rubin sentó las bases sobre lo que luego se convertiría en las estructuras de sexo y género, sobre las que se sustenta la sociedad, por medio de una connotación dicotómica y tradicionalista.
Estas propuestas, junto a las de Monique Wittig critican la interpretación del mundo, como un lugar donde «la mujer no tiene sentido más que en los sistemas heterosexuales de pensamiento y en los sistemas económicos heterosexuales”.
¿Qué es la heteronormatividad?
En 1991, la palabra «heteronormatividad» es usada por primera vez por el crítico literario Michael Warner.
«Basado en la actitud de que la heterosexualidad es la única forma normal y natural de la expresión de la sexualidad» – Fuente: Merriam Dictionary.
Warner emplea este término con la finalidad de describir las suposiciones de una sociedad heterocéntrica. Asimismo, de cómo esta puede tener repercusiones potenciales para aquellos que se desvían de esta cultura dominante.
Warner habla de los grupos privilegiados, y cómo una postura heteronormativa posiciona a las personas heterosexuales y cisgénero dentro de uno de ellos. Esta disrupción aplica para lesbianas, gays, transexuales, intersexuales, entre otros miembros de la comunidad LGBTIQ+.
Por otra parte, explica cómo la heteronorma ha buscado perpetuar una dicotomía masculina-femenina, en relación a discriminar cualquier otro género que no cumpla los roles tradicionales de la sociedad.
¿Qué abarca la heteronormatividad?
La heteronormatividad, entonces, se ubica desde los estándares más concretos de las sociedades, como el matrimonio y la reproducción, hasta los más mínimos detalles que trazan una línea discriminatoria entre lo que es masculino o femenino.
Regresando a la autora Adrienne Rich y a su ensayo sobre la heterosexualidad compulsiva, se incluye en el marco de la heterosexualidad:
Juguetes, libros y objetos que se limitan al desarrollo de un género u otro. Por ejemplo: muñecas para las niñas en simulación a la maternidad, y tanques de guerra para los niños, en alusión a una futura vida militar o política.
Educación sexual que se limite únicamente a las relaciones heterosexuales; organizaciones religiosas que asumen que todos los miembros de sus instituciones siguen el recto camino de Dios, por medio de la heterosexualidad y el matrimonio; entre otros factores.
Con información de: Good Therapy / Journals Open Edition / Merriam Dictionary / CS
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