La Fundación del Español Urgente recomienda que para referirse a un aspirante a la presidencia perteneciente al partido gobernante de un país se emplee candidato oficialista y no candidato oficial.
Por ejemplo, durante las elecciones a la presidencia en Haití se encontraron en los diferentes medios de comunicación frases como: «La candidata Mirlande Manigat obtiene una intención de voto del 36 %, mientras que el candidato oficial, Jude Celestin, cae a un 20,2 %», «El candidato oficial haitiano, Jude Celestin, avanzó a la segunda ronda electoral», «Incendian la sede del candidato oficial Jude Celestin».
Los dos candidatos que se mencionan en los ejemplos anteriores son oficiales, sin embargo solo uno es el candidato oficialista, es decir, el candidato que pertenece al partido gobernante.
Así, en los ejemplos anteriores lo que se debería haber dicho es: «La candidata Mirlande Manigat obtiene una intención de voto del 36 %, mientras que el candidato oficialista, Jude Celestin, cae a un 20,2 %», «El candidato oficialista haitiano, Jude Celestin, avanzó a la segunda ronda electoral», «Incendian la sede del candidato oficialista Jude Celestin».
La Fundéu BBVA señala que este uso de oficialista no se restringe a las elecciones presidenciales: se emplea asimismo para indicar que un candidato a cualquier puesto -académico, sindical, político…- es el apoyado por la dirección de la organización de que se trate.
Con información de: Fundeu
--
--